martes, 17 de marzo de 2015

Guía para elegir tu modelo de negocio

¿No sabes si apostarle a una franquicia, al multinivel o a la distribución? Te presentamos los pros y contras para que decidas qué modelo es para ti.

Hay una frase popular que dice: “no corras antes de caminar”. Trasladada al mundo de los negocios, diría: “no emprendas sin antes conocer e investigar”. Y es que para emprender de la mano de una marca (concepto conocido como “llave en mano”) primer debes conocer cómo opera el esquema de negocio de ésta para determinar si se adapta a tu perfil, gustos, personalidad y bolsillo. Porque no es lo mismo estar en contacto directo con el cliente que atenderlo en línea, tener un horario fijo que operar en tu tiempo libre o contar con experiencia como profesionista que ser un estudiante.

Por eso, a continuación te presentamos cada uno de los modelos “llave en mano” que encontrarás en el directorio 1,500 Oportunidades de Negocios 2014. Conoce sus principales características, ventajas y desventajas, nivel de involucramiento de la marca y otros elementos que te ayudarán a definir cuál es el más indicado para ti.
Distribución

Actúas como intermediario entre una marca y el consumidor final, haciéndole llegar la mercancía a través de un local comercial, entregas a domicilio o vía comercio electrónico.

Pros. Por cada venta concretada recibes una comisión. Tendrás libertad para crear y administrar tu negocio, ya que el propietario de la marca no será tu jefe.
Contras. A diferencia de las franquicias, ciertos modelos de distribución te permiten utilizar el nombre que desees para tu negocio, además de que no te proporcionan asistencia técnica.
Inversión. Considera que podrías necesitar un local para distribuir los productos, lo que aumentaría tu inversión.
Relación. Mantente en contacto con tu distribuidora para no quedarte sin stock, así como con tus clientes para resurtirlos.
Franquicia

El franquiciante (dueño de la marca) otorga al franquiciatario (tú) el derecho de utilizar la marca de su producto o servicio.

Pros. No siempre requieres experiencia previa, pues se te entregan manuales con toda la información administrativa y operativa necesaria para llevar tu negocio al éxito.
Contras. El franquiciante vigilará que cumplas con las reglas establecidas e incluso, puede haber sanciones por incumplimiento.
Inversión. Remodelación del local, inventario, mobiliario y equipamiento; además de regalías, cuota de franquicia y contibuir al fondo de publicidad de la red (no en todos los casos).
Relación. Te conviertes en franquiciatario de la marca por un tiempo determinado.
Licencia

Permiso que se otorga a través de un contrato para reproducir, usar y aprovechar una marca, imagen, logotipo, concepto o personaje ficticio que cuente con derechos de propiedad intelectual.

Pros. Puedes explotar una marca en casi cualquier producto, desde una playera o una gorra hasta juguetes o útiles escolares.
Contras. Debes contar con los recursos (financieros, humanos y de maquinaria) para desarrollar el negocio y tener buena capacidad de distribución, además de productos de alta calidad.
Inversión. Tendrás que pagar regalías por el uso de marca e invertir en los artículos en los que plasmarás la licencia.
Relación. El licenciante (dueño) otorga al licenciatario (tú) el permiso por tiempo determinado para usar su marca.
Máquinas vending

Las máquinas requieren poco espacio para colocarse y pueden vender una amplia variedad de productos. La ubicación es clave, por tanto, se debe buscar un lugar vistoso y con alta afluencia peatonal.

Pros. Operan 24/7, por lo que podrás generar ingresos a cualquier hora. Y sólo deberás mantenerlas surtidas y darles mantenimiento semanal o mensualmente.
Contras. La empresa que te vende las máquinas podría también ser tu proveedora y, en consecuencia, deberás comprarle los productos que se expendan en ella.
Inversión. No basta con tener una máquina, la mayor parte de los emprendedores de vending cuenta con más de 50 unidades. Dependiendo dónde se ubiquen, deberás cubrir una cuota de renta y de luz.
Relación. El fabricante de las máquinas te surtirá de refacciones e insumos, según cada caso.
Multinivel

Sistema de ganancias de venta directa que se basa en la venta de productos de alguna marca, en el que formas una red de ventas a la que invitas a participar a tus conocidos y ellos, a su vez, ingresan a más personas.

Pros. Obtienes ingresos de todos los miembros que se suman: más agremiados = más ganancias. También puedes recibir incentivos como descuentos, viajes y hasta autos o casas.
Contras. Si no tienes autodisciplina o buena administración del tiempo y no apoyas a tu red de vendedores, tu negocio podría sufrir.
Inversión. La mayoría de las cuotas de ingreso son bajas o incluso, nulas.
Relación. El don de gente es imprescindible, por lo que debes saber relacionarte con consumidores y vendedores potenciales.
Representación

Promoción de productos o servicios de la marca a la que representas entre tu cartera de clientes, con ayuda del material de ventas que te proporcione la firma.

Pros. Puedes ser el representante exclusivo en una zona geográfica para disminuir el riesgo de la competencia. De ser así, exige que quede detallado en el contrato.
Contras. Si la marca no es muy reconocida o carece de publicidad, deberás hacer uso de tu creatividad para dar a conocer la oferta que representas.
Inversión. Depende de las condiciones de compra-venta que establezca el propietario de la marca.
Relación. Como representante, actúas como intermediario entre un comprador y un vendedor, y promueves el producto o servicio de una empresa en particular.
Venta de insumos

La empresa actúa como proveedora de material para que realices algún producto por cuenta y marca propia. Deberás desarrollar tu negocio desde cero, pero a cambio obtendrás independencia y libertad creativa.

Pros. Independencia y libertad creativa.
Contras. Deberás desarrollar tu negocio desde cero.
Inversión. Variable, dependiendo del tipo de insumos y la cantidad que requieras. Deberás resurtirte de materia prima constantemente para mantener tu producción.
Relación. La empresa actúa sólo como proveedora.
Ventas por catálogo

Tu labor es circular el catálogo para tomar pedidos a posibles clientes y ganas según la diferencia entre el costo del fabricante y el precio que paga el consumidor final.

Pros. Puedes obtener un precio especial de socio o de mayoreo.
Contras. Para aumentar tu nivel de ventas deberás adquirir más de un ejemplar. Y por la constante rotación de inventario, tendrás que invertir en nuevos impresos regularmente.
Inversión. Por lo general sólo inviertes en la compra del catálogo. Incluso algunos esquemas los manejan en línea, eliminando el costo del mismo.
Relación. Con quienes debes de estar más en contacto es con tus clientes, para mantenerlos al tanto de los nuevos productos y levantar pedidos con cada nuevo catálogo.

4 pasos para constituir una empresa

Recuerda que para iniciar tu negocio, requieres realizar ciertos trámites para que tu empresa sea reconocida por el Gobierno.

Dentro del proceso de formación de un negocio, la constitución legal de la empresa constituye un paso esencial. Sólo así el emprendedor logrará que su compañía sea considerada legalmente establecida por el Gobierno y pueda funcionar en forma regular.

La constitución de la empresa puede ser como Persona física, Sociedad anónima o como Sociedad de Responsabilidad Limitada. Cualquiera que sea la forma de constitución que el emprendedor decida para su empresa, deberá seguir una serie de trámites legales.

Es importante tomar en cuenta que el emprendedor, al decidir cual será la estructura legal que adoptará para constituir su pequeña empresa, deberá estar asesorado por un contador y un abogado. Conforme a las disposiciones legales vigentes en México, debes seguir estos cuatro pasos para pasar de ser persona física y convertirte en persona moral:

1. Regístrate en www.tuempresa.gob.mx. Para esto necesitas tu CURP, RFC y Firma Electrónica Avanzada (FIEL).

2. Ingresa hasta tres denominaciones (o razones) sociales. Por cada una de ellas puedes recibir como respuesta: no favorable, en proceso o favorable.

3. Reserva tu denominación social. Elige el régimen jurídico y fedatario público con el que formalizarás el trámite. Las formas de operar a través de sociedades reconocidas por las leyes mexicanas son:

- Sociedad Anónima de Capital Variable o S.A. de C.V.
- Sociedad de Responsabilidad Limitada o S. de R.l.
- Sociedad en Nombre Colectivo o S. en N.C.
- Sociedad en Comandita Simple o S. en C.S.
- Sociedad Anónima o S.A.

4. Acude con el fedatario público que elegiste para construir tu empresa o persona moral. Debes presentar los siguientes documentos para continuar tus trámites:

- Original y fotocopia del comprobante de domicilio fiscal (original para cotejo).
- Copia certificada y fotocopia del documento constitutivo debidamente protocolizado.
- Original y fotocopia de cualquier identificación oficial vigente con fotografía y firma expedida por el gobierno federal, estatal o municipal del representante legal.
- Copia certificada y fotocopia del poder notarial con el que acredite la personalidad del representante legal o carta poder firmada ante dos testigos y ratificadas las firmas ante autoridades fiscales o ante notario o federatario público (copia certificada para cotejo).

¿Cuáles son las ventajas de hacer esto?
- Permitirá que se incorporen nuevos socios y da mayor certeza ante las instituciones bancarias.
- Da prueba de la seriedad de la empresa en tanto entidad independiente al dueño. Facilita el acceso a subsidios, fondos de inversión y concursos empresariales.

10 preguntas para crear la misión de tu empresa

Este enunciado te ayudará a fijar metas y a establecer la imagen de tu negocio. Inclúyelo en tu plan de negocios.

Cuando estás creando un plan de negocios para tu empresa, necesitas incluir una misión. Esta herramienta puede ser igual de importante que el plan y resume, en algunas oraciones cortas, la esencia de las metas de tu negocio y la filosofía detrás de éste. Además, es muy importante que señale qué significa tu empresa para los clientes, empleados, proveedores y la comunidad.

La misión refleja cada faceta de tu negocio: el rango y naturaleza de los productos que ofreces, los precios, calidad, servicio, posición en el mercado, potencial de crecimiento, uso de la tecnología y tu relación con consumidores, trabajadores, proveedores y competencia.

Debes tener claro cuál es tu nicho y estudiar los de otras empresas para impulsar tu creatividad. Para crear una misión que comprima todos los elementos de tu negocio, comienza con las preguntas adecuadas. Responder estas 10 preguntas te ayudará a crear una imagen verbal de la misión de tu compañía:

1. ¿Por qué estás en este negocio? ¿Qué quieres hacer por ti mismo, por tu familia y clientes? Piensa sobre la chispa que provocó tu decisión de comenzar. ¿Qué hará que siga ardiendo ese fuego?

2. ¿Quiénes son tus clientes? ¿Qué puedes hacer por ellos que enriquezca sus vidas y contribuya a su éxito ahora y en un futuro?

3. ¿Qué imagen de tu negocio quieres transmitir? La gente a fuerzas percibe algo de tu empresa. ¿Cómo puedes crear la imagen deseada?

4. ¿Cuál es la naturaleza de tus productos o servicios? ¿Qué factores determinan el precio y la calidad? Identifica cómo se relacionan a las razones de la existencia de tu negocio. ¿Cómo puede cambiar esto con el tiempo?

5. ¿Qué nivel de servicio vas a dar? La mayoría de las empresas creen que ofrecen “el mejor servicio disponible” pero, ¿tus clientes están de acuerdo? Define qué es lo que hace que tu empresa dé la mejor atención al cliente.

6. ¿Qué roles van a tener tus empleados y tú? Los capitanes sabios desarrollan un estilo de liderazgo que organiza, reta y reconoce a los trabajadores.

7. ¿Qué tipo de relación vas a tener con los empleados? Todo negocio tiene una sociedad con sus proveedores. Cuando tú tienes éxito ellos también lo tienen.

8. ¿En qué te diferencias de la competencia? Muchos emprendedores olvidan que persiguen lo mismo que su competencia. ¿Qué haces mejor, más barato o más rápido que la competencia? ¿Cómo puedes usar la debilidad del competidor como ventaja?

9. ¿Cómo usarás la tecnología, capital, procesos y servicios para alcanzar tus metas? Una descripción de tu estrategia te dará la energía necesaria para enfocarte en tus metas.

10. ¿Qué filosofías ocultas o valores guiaron las respuestas anteriores? Algunos negocios eligen enlistar eso de forma diferente. Escribirlos clarifica el “porqué” de tu misión.

¿Cómo lo puedes juntar?

Aquí hay algunos tips para hacer tu misión lo mejor posible:
Involucra a los que están conectados a tu negocio. Aunque seas el único propietario, ayuda mucho pedir ideas para tu misión a otras personas. Éstas pueden ayudarte a ver tus fortalezas, debilidades y cosas que te faltan. Si no tienes socios o inversionistas, pídele consejo a tu familia o amigos cercanos. Elige a personas que quieran verte triunfar.

Aparta varias horas para trabajar en esto. La mayoría de las misiones son cortas, máximo una página. Aun así, escribirla no es cualquier cosa. Toma tiempo idear un lenguaje que describa al mismo tiempo el alma y corazón de la organización y que sirva como inspiración para todos los involucrados con el negocio.

Planea una cita. Aparta tiempo para reunirte con personas que siempre te ayudan. Escribe una lista de temas que se puedan discutir. Encuentra un lugar cómodo y silencioso lejos de teléfonos e interrupciones.

Comienza inteligentemente. Explica el significado y propósito de tu misión antes de empezar, no todos automáticamente sabrán de qué se trata.

Haz lluvia de ideas. Considera todas las ideas, no importa lo tontas que suenen. Si trabajas con un grupo, escribe las respuestas para que todos las vean. Una vez que terminaste, pídeles a todos que escriban misiones individuales para tu negocio. Léelas y crea una sola.

Usa “palabras clave”. Una vez que tengas una idea básica, pule el lenguaje de tu misión. Tu declaración debe crear imágenes mentales, dinámicas e inspirar a todos para que actúen. Utiliza verbos y adjetivos poco convencionales para darle vida a tu idea.

4 razones para contratar con base en la actitud

             

Antes de elegir a tu equipo laboral, asegúrate de que los seleccionados tengan lo necesario para llevar a tu empresa a la cima.

Me he dado cuenta de que los mejores equipos en los que he estado tienen una cosa en común: son personas con una gran actitud. Realmente considero que ésta es un indicador líder cuando tomamos decisiones de contratación.

Aquí hay cuatro razones por las que debes contratar en base a la actitud.

1. Estos empleados pueden ignorar el ruido y ayudar a los demás para que se concentren. Nada me molesta más que los chismes y rumores. Estas actividades que exprimen todo tu tiempo usualmente nacen de las actitudes negativas –la gente buscando lo peor en las demás personas y situaciones. No es nada más que ruido y lleva a una cultura ineficiente e improductiva. Con una gran actitud evades el ruido y te niegas a ser involucrado en una conversación negativa.

2. Son capaces de promover un ambiente laboral positivo. En otras palabras, la gente con buena actitud es más divertida. En el trabajo pasamos más tiempo con nuestros compañeros que con la familia o amigos. Una buena actitud puede ser un factor determinante para saber si la persona va a superar sus metas y en muchas ocasiones lo logra porque tiene el apoyo de la gente a su alrededor.

3. Estos trabajadores saben que celebrar las pequeñas victorias lleva a grandes triunfos. Parte de tener una gran actitud es ser capaz y estar dispuesto a celebrar las victorias diarias. Si eres una empresa que quiere alcanzar grandes metas, necesitas ser lo suficientemente pragmático como para saber que estas metas no se cumplen de la noche a la mañana. Necesitas trabajar por ellas. Eso requiere de motivación consistente y significativa para que la gente pueda ver cómo el trabajo duro de hoy rindió frutos.

4. Dirigen grandes equipos porque celebran el “nosotros” en lugar del “yo”. La gente con buena actitud es mejor dirigiendo equipos ganadores. Ya sea a través de la rendición de cuentas, compromisos compartidos o la falta de énfasis en sus propios objetivos, son capaces de hacer que los demás trabajen juntos y hagan algo increíble. No se obsesionan por los títulos, visibilidad o de promover políticas en la oficina.

Como dice el dicho “Una mala actitud es como una llanta pochada. No puedes ir a ningún lado hasta que la cambies”. Si te enfocas en contratar a gente con una buena actitud, no tendrás que lidiar con un descarrilamiento cultural en el camino.

4 tips para persuadir a tu equipo de trabajo

                

Escucha atentamente a las personas que trabajan contigo y descubre qué hacer para que tengan las mismas metas que tú.
Como líder de negocios debes aceptar la siguiente realidad: Tú eres el producto o servicio que vendes. Para los emprendedores eso significa que estás vendiendo todo el tiempo incluyendo a las audiencias “internas” como los empleados, vendedores o inversionistas. Tu meta es transferir la confianza y convicción que tiene tu empresa a todos los que forman parte de la misma.

Para hacer eso debes aplicar los mismos principios que cuando le vendes a posibles clientes. Las siguientes estrategias te ayudarán a mover a tu equipo de trabajo de participantes pasivos a activos.

1. Enfócate en lo que es importante para las otras personas. Tus empleados, vendedores e inversionistas ya decidieron que lo que vendes vale lo suficiente como para tener una relación contigo. Tu reto ahora es dejar de hablar de la empresa y de ti y empezar a discutir las necesidades de tus colaboradores.

Las mejores conversaciones son en las que todos son participantes activos. ¿Qué es lo que quieres que hagan los otros? Piensa en su punto de vista. Trata de emparejar lo que tratas de lograr con lo que busca la otra persona. Es natural que la gente llegue a pensar qué obtendrá a “cambio”, así que comienza por ahí.

2. ¿Cómo juzga el éxito la otra persona? Una manera simple de cambiar la conversación es preguntándoles cuáles son las tres cosas más importantes para ellos. Si desde un principio te tomas el tiempo para identificar su criterio para el éxito, podrás marcar el tono de tu relación con cada uno de ellos.

3. Ajusta tu estilo de comunicación con el de la persona con la que hables. A los emprendedores les pagan para ser flexibles respecto a la forma en la que se comunican. Así que ten esto en mente: no es culpa del individuo si no “entiende” algo. Tu éxito depende de tu habilidad para hacer que tu estilo de comunicación sea entendido por las personas con las que hables.

Asegúrate de que te respondan para que el mensaje quede claro. En las ventas hay un dicho “30 por ciento de la gente recordará lo que ve, 20 por ciento lo que escuche y 90 por ciento lo que diga”. Con eso en mente, pregunta: ¿cómo piensas que esto tendrá un impacto en la forma en la que trabajas? Juntos podrán establecer los pasos para alcanzar las metas.

4. Felicítalos por su trabajo. Elogiar un buen trabajo es básico, pero sólo algunos de nosotros lo hacemos. Comprométete a usar esta técnica para reforzar el comportamiento positivo a lo largo del camino. Esto mantendrá enfocado a tu equipo en las metas compartidas que hicieron desde antes. Las investigaciones demuestran que una cantidad moderada de elogios tiene un efecto positivo en la actitud de la gente que trabaja contigo.

Un último consejo. Muchos de nosotros no iríamos a una junta externa sin una agenda o puntos a tratar, así que aplica ese enfoque también a las juntas internas. Si los individuos que laboran contigo te ven preparado, proyectarás confianza y los convencerás.

lunes, 9 de marzo de 2015

¿Afectas la productividad de tus empleados?

                           
Conoce tres formas en las que podrías distraer o interrumpir a tu equipo sin darte cuenta, disminuyendo su enfoque y mermando sus resultados.

En los últimos seis años, mi esposa Jodi y yo hemos lanzado tres negocios y contratado y despedido a varios empleados. Hemos aprendido (por la mala) que hay ciertas cosas que pueden estropear la productividad diaria de los empleados. Esto no es ninguna sorpresa: los emprendedores generalmente están estresados y transmiten su estrés a su equipo, haciéndolo menos productivo.

Hace unos días decidí preguntar a un grupo de empleados qué hacían sus jefes que ellos creían que afectaba su productividad. Éstas son las cuatro respuestas que escuché más veces:

“Me micro-administra. Pero yo sé cómo priorizar mi trabajo”
“No reconoce el trabajo que he hecho. Sólo nota lo que me falta por hacer”
“Me sorprende con preguntas sobre el negocio para las que no estaba preparado”
“Me llama o se para frente a mi escritorio y habla sin parar sobre asuntos personales mientras intento trabajar”

También podrías estar tan inmerso en tu propio estrés que no notes que estás causando que tus empleados se estresen todos los días. Y lo peor: cuando tu equipo se estresa, son menos productivos y efectivos.

Te compartimos tres formas en las que podrías ‘descarrillar’ la productividad de tus empleados sin darte cuenta:

1. Haces la pregunta: “¿Tienes un minuto?”
Existen tres tipos de conversaciones que tienes todos los días con otras personas: las que construyen relaciones, las transaccionales y las de oportunidad de desarrollo. “¿Tienes un minuto?” es generalmente el inicio de una plática transaccional.

Esto es problemático por dos razones: Primero, porque lo que vas a preguntar tomará más de un minuto en responder. Generalmente interrumpir el flujo de trabajo de un empleado envía un mensaje de que no valoras o respetas su habilidad para enfocarse y hacer su trabajo. Segundo, podría no estar en una posición (física o mental) en ese momento para tener una conversación.

La próxima vez que necesites reunirte un tiempo con un empleado envíale un e-mail para explicarle exactamente para qué necesitas “un minuto”, y de ser posible, hazlo de 12 a 24 horas antes para que puedan estar preparados.

2. Dictas sin preguntar qué es lo que necesitan hacer para mejorar su trabajo
Una de mis formas favoritas de hacer que todos los que me rodean sean más productivos es terminar las conversaciones preguntándoles qué necesitan de mí para completar la tarea. Me gusta preguntar: “Ahora que ya hablamos de eso, ¿qué necesitarás preguntarme o pedirme en las próximas 72 horas?”.

Uno de mis clientes, Joe Bruzzese de Spriego, un sitio Web para reportar bullying, empezó a hacer esto y descubrió que en una semana cinco de sus empleados habían hecho 27 preguntas en total cuando terminaba las conversaciones con esta pregunta. En algún punto iban a tener esas dudas, y gracias a que las esclarecieron desde antes pudieron ser más capaces de cumplir las tareas que tenían a su cargo.

3. Envías mensajes confusos acerca de las metas de tu empresa
Fíjate el propósito de recordarle a tu equipo cuál es tu principal objetivo. Aunque pudiera parecer obvio, una de las mayores formas de evitar que tus empleados sean productivos es enviándoles un mensaje confuso sobre cuál es tu meta.

Al ser claro sobre los propósitos de tu empresa es posible que todos establezcan sus prioridades y hagan todos los días su mejor esfuerzo. Al tener mayor compromiso hacia nuestro trabajo, nuestro nivel de estrés es menor y somos más eficientes.

Durante la próxima semana lleva contigo una libreta. Monitorea cuántas veces interrumpes o distraes a tus empleados en alguna de estas tres formas. Podrías notar que, de hecho, les estás provocando estrés; minimiza el estrés y conseguirás que terminen antes el trabajo.

20 reglas de etiqueta en la oficina

             

Para impulsar un clima laboral agradable en tu empresa, existen ciertos comportamientos que tú y tu equipo deben evitar.

No importa qué tan flexible o relajado seas, una oficina es un espacio social, y por lo tanto existen ciertas reglas de etiqueta que rigen el buen comportamiento dentro de ella. Esto se debe a que algunas actividades pueden resultar molestas para el resto del equipo, e incluso, afectar su productividad.

Te compartimos algunas de las principales que ayudarán a impulsar un buen clima laboral. Toma en cuenta que para motivar este tipo de actitudes, debes pregonar con el ejemplo y de ser necesario, ponerlo por escrito:

1. No comas en la oficina, en especial alimentos muy condimentados o de olor fuerte (como el atún o cebolla) ya que pueden ser muy molestos.

2. No hables por teléfono sobre temas personales. Así de simple. A nadie le interesan tus conversaciones, por lo que haz el sencillo esfuerzo de salir al pasillo o a una sala de juntas libre. Nunca uses el modo altavoz, a menos de que estés completamente solo.

3. No digas palabras altisonantes, aunque estés muy molesto. Si se te dificulta controlarte, recuerda que este tipo de actitudes sólo demuestran tu falta de respeto hacia los demás.

4. Si quieres escuchar música, usa audífonos. No a todo el mundo le gusta el mismo tipo de música, por lo que no debes “forzarlos” a compartir contigo.

5. No platiques con otros colegas sobre temas irrelevantes y menos de un lado a otro de la sala en voz alta. Esto genera distracciones poco productivas para el resto del equipo.

6. Si vas a prender o apagar el aire acondicionado (o abrir la puerta) pregunta al resto de los compañeros. Sin embargo, toma en cuenta que trabajar con calor puede disminuir la concentración de las personas.

7. Pon tu celular en vibrador. Si tu smartphone suena constantemente (y con la misma melodía) puedes molestar a los demás.

8. No rocíes perfumes o lociones, a menos de que sea necesario o que los demás estén de acuerdo. Lo mismo ocurre con tu propia loción; evita ponerte demasiada o que sea un aroma muy dulce.

9. Intenta mantener tu lugar (y a ti mismo) lo más limpios posible. Trabajar en un lugar sucio y lleno de papeles puede afectar el desempeño de las personas y darte una muy mala imagen.

10. No te rías como loco frente al monitor. Esto, además de ser molesto, es una prueba de que no estás trabajando en algo importante, sino que estás chateando con algún amigo o viendo sitios humorísticos, como videos en YouTube.

11. Apréndete el nombre de todos tus colegas. Aunque tengas pésima memoria, intenta recordar el nombre y cargo de todas las personas presentes en la oficina. No hay nada más incómodo que se refieran a ti como “hey tú” u “oye tú”.

12. Evita los ataques de ira o de llanto. Todos somos humanos, pero como líder o empleado no puedes demostrar abiertamente tus emociones, ya que esto genera desconfianza entre el equipo. Si sientes que no puedes controlarte, retírate y busca otro espacio.

13. No regañes a alguien frente a los demás. Además de ser una situación humillante para la persona que recibe la llamada de atención, es incómodo (o peor, divertido) para quienes lo escuchan.

14. Ten cuidado con tu vestimenta. Aunque la ropa dice mucho de nuestra personalidad, debes evitar usar ciertas prendas. Recuerda: no estás en la playa, en el parque o en una fiesta con tus amigos.

15. No chismees sobre tus colegas, empleados o jefes. Nada afecta más un clima laboral que este tipo de actitudes dañinas. Si hay algún tema que clarificar, hazlo pronto antes de que se corran rumores por toda la oficina.

16. Sé puntual. Si la hora de entrada es a las 8, a esa hora debes estar en la oficina, especialmente si eres el líder. Llegar tarde puede considerarse falta de respeto y afectar los procesos y trabajos de todos los demás.

17. Pide las cosas prestadas. Sin importar qué tanta confianza tengas con una persona, no es correcto tomar sus cosas mientras no se encuentra en la oficina. Y obviamente mucho más incorrecto es no regresarlas.

18. Ten cuidado con los apodos. Aunque usar motes puede ser un aspecto divertido que impulse la camaradería, también puede generar sentimientos negativos en las personas. Evita usar sobrenombres ofensivos.

19. Si estás enfermo, evita el contacto. Si tú o alguien de tu equipo contraen una enfermedad contagiosa, no deben asistir a la oficina para evitar que se propague. En caso de que lo hagas, no saludes de beso ni de mano.

20. No interrumpas a tus colegas ni invadas espacios. Si tienes un cubículo definido, procura que todos tus adornos o accesorios estén en él y (obvio) nunca te quites los zapatos.

10 formas de mejorar tu clima laboral

Te compartimos estrategias de bajo costo y fáciles de aplicar para motivar a tu equipo y aumentar su productividad.

Bien dicen que la felicidad está en los pequeños detalles. Esta teoría también es aplicable al clima laboral de una empresa, sin importar cuál sea su tamaño o giro. No necesitas instalar una resbaladilla gigante en la entrada, colocar una mesa de billar en un área de juegos ni regalarle a cada empleado una tablet último modelo.

Afortunadamente, existen estrategias muy simples y de bajo costo que pueden ayudar a mejorar de manera considerable el ambiente en la oficina, así como las relaciones entre todos los miembros del equipo. Toma nota:

1. Instala una cafetera
El consumo del café crece en México (1.7 kilogramos al año) y se ha convertido en la bebida “oficial” de los espacios de trabajo, especialmente por sus propiedades energizantes y su delicioso sabor. Instala una máquina de café (de preferencia que despache gratuitamente) en una parte de tu oficina donde varios miembros se puedan reunir al mismo tiempo. Añade otras opciones como té y jugos, para quienes lo prefieran, así como un filtro con agua fría y caliente.

2. Ofrece un servicio de comedor
La comida es un tema importante en las oficinas. Por lo común los empleados tienen dos opciones: o comer fuera de la oficina en restaurantes y puestos de la calle, lo que significa un gasto considerable y es poco sano, o si tienen más tiempo, ir a su casa, lo que es una pérdida de tiempo y dinero en traslados. Una buena opción es ofrecer un servicio de comedor gratuito o de bajo costo como prestación. Es importante asegurar la calidad, el balance y el aporte nutricional de los alimentos.

Otra idea que aplican empresas como Ooyala, una firma de gestión de videos con sede en Silicon Valley, es dedicar un día a una comida especial. En las oficinas estadounidenses, los jueves son de sushi, mientras que en las de Guadalajara el menú varía de hamburguesas, birria, sushi, pozole u otros, según una encuesta realizada semanalmente a los empleados.

3. Decora el espacio físico
La decoración del espacio de trabajo influye en la productividad y motivación de los empleados. Añade color a tu oficina; los tonos cálidos, como el rojo y el naranja, dan energía pero pueden ser un poco estresantes, y los tonos fríos, como el verde y el azul relajan. Lo mejor es tener una combinación entre ambos, y adornar las paredes con imágenes creativas e inspiradoras.

Una opción es colgar posters donde se exprese la misión y visión de la empresa de forma divertida. También es recomendable establecer paredes o pizarrones donde los miembros del equipo puedan compartir pensamientos y comentarios, o simplemente relajarse haciendo dibujos.

En cuanto a la disposición del espacio, apuesta por mesas largas de trabajo, sin separaciones, ya que éstas impulsan el trabajo colaborativo y la generación de ideas. Procura que haya un espacio abierto donde los miembros de tu equipo puedan reunirse y tomar un poco de aire fresco, e incluir sofás en las salas de juntas para cambiar la postura y procurar comodidad.

Tip extra: Apuesta por materiales y mobiliario reciclado y por opciones de iluminación naturales, para reducir el gasto energético.

4. Realiza actividades fuera de la oficina
Las actividades recreativas y ajenas al contexto laboral pueden ser ideales para motivar el trabajo en equipo y las relaciones entre sus miembros. Al menos una vez al mes planea una reunión (de preferencia al aire libre) donde convivas con tus colaboradores y se despejen del estrés del trabajo diario. Podrías organizar un partido de futbol, un día de campo o la visita a un recinto cultural o evento artístico.

Recuerda que la integración es fundamental para aumentar la lealtad por la empresa y mejorar el clima laboral.

5. Impulsa una actividad social o pro-ambiental
Además de ser una responsabilidad que tienes como empresa y de mejorar tu imagen al interior y al exterior, sumarte a una causa social y/o ambiental puede ser una estrategia efectiva para que tus empleados trabajen como equipo en pos de un objetivo y conozcan una parte más humana de ti y de sus colegas.

De acuerdo con el perfil de tus empleados, elige una o varias instituciones a las que apoyar. Una buena forma de hacerlo más efectivo y divertido es realizando competencias sanas entre tus colaboradores. Por ejemplo, para la temporada navideña podrían hacer una colecta de ropa por equipos, y aquel que reúna más prendas obtiene un premio como un día libre o una comida gratis, o algo más simbólico como un ‘trofeo’.

6. Actualiza los programas y equipos continuamente
No hay nada más desesperante que trabajar con herramientas insuficientes y máquinas obsoletas que no permiten a las personas hacer su trabajo eficientemente. Cada cierto tiempo actualiza el software de tus computadoras y los principales programas. No necesitas gastar una fortuna en adquirir nuevo equipo, puedes arrendarlo por menor precio y esperar a que tengas suficiente liquidez para comprar uno nuevo.

7. No prohíbas que la gente revise sus redes sociales
Si bien las redes sociales podrían significar una pérdida de tiempo, debes tener en cuenta que éstas son parte de la vida de muchas personas y que, de hecho, les son necesarias para comunicarse y mantenerse actualizados.

En especial, si trabajas con millennials, esta prohibición te dará una imagen de empresa anticuada y poco innovadora. Así que si quieres atraer talento joven no sólo no lo prohíbas, sino que motiva su uso e impulsa a tu equipo a escribir y publicar temas positivos sobre su trabajo.

8. Ofrece horarios flexibles
El horario fijo de 9 a 6 está probando ser cada día menos eficiente en las empresas. En primer lugar, porque en ciudades grandes esta clase de horarios genera tráfico excesivo y contaminación; en segundo, porque no todas las personas funcionan a la misma hora; y tercero, porque ofreciendo flexibilidad los empleados tendrán mayor balance con su vida personal, lo cual te agradecerán.

Puedes brindar distintas opciones de horarios y dejar que tus empleados elijan, y permitir que al menos una vez a la semana trabajen desde casa u otro lugar. La ideología detrás de esto es que la gente trabaje más por metas a cumplir que por el reloj.

9. Crea proyectos que no estén relacionados con el trabajo
Otra forma de relajar y hacer más divertido el clima laboral es realizar proyectos ajenos al trabajo diario de los miembros. Podría ser algo en beneficio de la empresa, como decorar de manera original la oficina, desarrollar algún prototipo de un producto aunque no se vaya a lanzar o trabajar en conjunto diseñando una campaña de marketing.

Salir de la rutina les permitirá aumentar su creatividad, abandonar su zona de confort e interactuar con personas con las que normalmente no lo hacen.

10. Motiva la salud de tu equipo
Pocas cosas harán sentir a tus empleados valorados como mostrar una preocupación genuina por su salud y bienestar. Impulsa en tu oficina el ejercicio y la alimentación sana, entregando, por ejemplo, opciones de frutas y yogurt para desayunar. También puedes instalar una caminadora o acondicionar un pequeño espacio (incluso en el mismo escritorio) donde cada mañana o a medio día hagan ejercicios de yoga y respiración.

Otra idea es crear una oficina bici-amigable, donde puedan estacionar sus bicicletas, e inscribir a tu equipo a carreras o eventos deportivos. Además, cada seis meses o un año realiza check-ups para evaluar el estado de salud de cada miembro.

10 tips para un equipo de trabajo saludable

                          
Toma nota de estos consejos para que tus empleados recuperen la energía perdida y sean más productivos en la empresa.

No hay duda que los lugares de trabajo saludables y felices tienen a los equipos más productivos. Cuando apenas estás lanzando una empresa, invertir en programas de ejercicios o en un gimnasio completo puede ser muy costoso. Por suerte, los hábitos saludables no tienen que costar tanto. Hay muchas formas para preservar la salud de tu equipo y hacer que tu negocio funcione perfectamente.

Aquí está la fórmula para mantener a tu equipo saludable sin la necesidad de una gran inversión:

1. Compra comida saludable. Ve a una tienda dos veces por mes y compra productos saludables como fruta fresca, nueces y barras de granola para la cocina.

2. Organiza eventos saludables. Una o dos veces al mes, pídele a la gente que prepare una dieta nutritiva en su casa para que se la coman como grupo.

3. Trae a un instructor de yoga para tener una clase después del trabajo. Un estudio de 2009 dice que aproximadamente 40 adultos se dieron cuenta que 20 minutos al día de meditación guiada y yoga les bajaba el nivel de estrés más de un 10 por ciento y mejoraba sus hábitos de sueño.

4. Sal de la sala de conferencias y discute ideas importantes mientras caminas. Un estudio de 2011 afirma que 400 mil personas en Taiwán descubrieron que con 15 minutos de ejercicio moderado tendrían grandes beneficios de salud y que su expectativa de vida aumentaría tres años.

5. Invierte en un escritorio en el que deban estar de pie. Es importante que los empleados no estén sentados todo el día. Un estudio sugiere que si las personas se levantan de vez en cuando, puede disminuir la fatiga y el malestar en los que tienen sobrepeso.

6. Promueve el cuidado preventivo. Una forma de hacer esto es impulsando a todos a vacunarse o buscar a alguien que vaya a tus oficinas y ofrezca este servicio.

7. Promueve el ejercicio en grupo. Puede ser una vez a la semana o en fines de semana y las actividades pueden incluir correr, hacer yoga o un boot-camp.

8. Pregunta sobre paquetes en gimnasios locales. Las cadenas más grandes ofrecen programas de salud y paquetes corporativos.

9. Enfatiza en la educación invitando a un nutriólogo, coach de salud o hasta a una maestra de aerobics o de cocina. Deja que los empleados se inscriban con estas personas para que los guíen y adopten buenos hábitos en su vida.

10. Diles que tomen descansos durante el día. Un estudio de 2010 dice que hasta un pequeño break mental puede mejorar mucho la habilidad de una persona para concentrarse en diversas tareas durante más tiempo.

25 cualidades del emprendedor exitoso

                             
Aunque muchos factores influyen para que un negocio triunfe o fracase, estas características son comunes entre sus fundadores.

Sin importar cuál sea tu definición de éxito, hay un gran número de características que son comunes entre las personas de negocios exitosas. No importa que no las tengas todas; muchas de ellas pueden aprenderse con la práctica y desarrollando una actitud positiva, especialmente si estableces metas y te esfuerzas por conseguirlas.

Te compartimos 25 de las más importantes:

1. Hacer lo que les gusta
Lo que obtengas de tu negocio en forma de satisfacción personal, ganancias económicas, estabilidad y placer será la suma de lo que pongas en él. Así que si no disfrutas lo que haces, esto se reflejará en tu negocio, lo que te llevará al fracaso.

2. Tomarlo seriamente
No puedes esperar ser efectivo y exitoso en los negocios a menos de que creas realmente en tu empresa y en los productos o servicios que vendes. Muchos emprendedores fallan tomándose su trabajo en serio, lo que evita que se mantengan motivados.

3. Planear todo
Planear cualquier aspecto de tu negocio no sólo es algo que tienes que hacer, sino también construye hábitos que necesitas implementar y mantener como emprendedor. El acto de planear es tan importante porque requiere que analices cualquier situación del negocio, que investigues y reúnas información. Hacer un plan de negocios también tiene una segunda función: tener tus metas y cómo alcanzarlas en papel.

4. Manejar el dinero sabiamente
La sangre de todo negocio es el flujo de efectivo. Lo necesitas para adquirir inventario, pagar servicios y nómina, promover tu negocio, reparar y adquirir equipo, y pagarte a ti para que puedas seguir trabajando. Es por eso que los emprendedores deben ser sabios al administrar su dinero. Hay dos conceptos básicos que debes entender: activos (el dinero que recibes de tus ventas) y pasivos (tus gastos).

5. Pedir por la venta
Un emprendedor siempre debe recordar que cualquier actividad de marketing y publicidad es inútil -sin importar qué tan cara o creativa sea- si no consigue una cosa: pedir la venta. Esto no significa que no sea un gran activo de tu negocio el que seas un buen vendedor o publirrelacionista, sino que estas habilidades no serán útiles a menos de que les pidas activamente a las personas que compren lo que vendes.

6. Recordar que todo se trata del cliente
Tu negocio no se trata de los productos o servicios que vendes, ni de los precios o de tu competencia. Tu negocio se trata de tus clientes. Después de todo, tus clientes son los que deciden si triunfará o fracasará. Por eso, todo lo que hagas debe estar enfocado en el consumidor; de ahí que es tan importante que lo conozcas a la perfección.

7. Ser un buen auto-promotor (sin ser molesto)
Uno de los grandes mitos sobre el éxito personal y empresarial, es que tus habilidades y beneficios serán descubiertos y aceptados por las masas que harán filas para comprarte. ¿Pero cómo puede esto suceder si nadie sabe quién eres o qué vendes? La auto-promoción es una de las herramientas más beneficiosas, pero subestimadas, que los emprendedores tienen a su disposición.

8. Proyectar una imagen positiva del negocio
Tienes tan sólo unos minutos para dar una impresión positiva y memorable a las personas con las que deseas hacer negocios. Siempre debes dar una imagen profesional, aunque no tengas mucho presupuesto. Para impresionar a tus clientes apóyate en la creatividad y presta atención a cualquier detalle para dar la imagen que deseas.

9. Conocer a sus clientes
Una de las ventajas competitivas que los emprendedores tienen frente a los grandes competidores es que pueden ofrecer una atención personalizada. Tú puedes responder llamadas y conocer directamente a los clientes, lo que hará que confíen más en ti.

10. Aprovechar la tecnología
Debes evitar dejarte sumergir demasiado por la alta tecnología, aunque sí debes aprender cómo sacarle provecho. Asegúrate mantenerte actualizado en este aspecto; recuerda que la mejor tecnología es la que te ayuda, no la que impresiona a tus vecinos.

11. Tener un equipo increíble
Nadie puede construir un negocio solo. Es una tarea que requiere de un equipo tan comprometido como tú. Tu equipo puede incluir familiares, amigos, proveedores, alianzas de negocios, empleados, asociaciones y comunidad; y sobre todo: a tus clientes.

12. Darse a conocer como experto
Cuando tienes un problema que necesita solucionarse, ¿buscas el consejo de quien sea o de alguien que te ayude a resolverlo? Obviamente buscas la mejor asistencia que puedes recibir. Por eso, conforme más experto eres en tu negocio, más personas te buscarán, creándote mayores oportunidades de ventas y referencias.

13. Crear una ventaja competitiva
Un negocio debe tener bien definida su propuesta única de venta. Esto no es más que preguntarte: ¿Por qué alguien compraría tu producto o servicio en lugar de a la competencia? En otras palabras, qué aspecto te diferencia de tus competidores. Esto puede ser un servicio al cliente personalizado, ofrecer una garantía más amplia, mayor calidad, flexibilidad, mejor precio, entre otras.

14. Invertir en sí mismo
Los emprendedores más exitosos compran y leen libros, revistas, periódicos, sitios Web y publicaciones de su industria, sabiendo que estos recursos mejorarán su entendimiento del negocio. También hacen networking con empresarios exitosos, asisten a seminarios y toman cursos. Hacen esto porque saben que el aprendizaje es continuo y nunca dejan de invertir para crecer.

15. Sé accesible
En esta época todo lo queremos rápido y al momento. De la misma manera, debes facilitarles a las personas hacer negocios contigo, lo que significa que tienes que ser accesible y dar a conocer tus productos o servicios. Debes entregarles a los clientes lo que quieren, cuando quieren.

16. Construir una reputación sólida
Una buena reputación es uno de los mejores activos de un emprendedor. No es algo que puedas comprar; es algo que te ganas cumpliendo tus promesas y la consistencia es clave para lograrlo. Sólo así los clientes confiarán en ti.

17. Vender beneficios
Mostrar las características de tu oferta es para novatos; vender los beneficios asociados con ellas es lo que consigue ventas y clientes. Por eso, tu publicidad, presentación de ventas y sitio web son vitales. Usa cada medio para comunicarle a tu audiencia los beneficios de tus productos o servicios.

18. Involucrarse
Siempre intenta involucrarte con la comunidad que apoya tu negocio. Puedes hacer esto de muchas formas, como ofrecer voluntariados, hacer donaciones u organizar eventos para la comunidad. A las personas les gusta hacer negocios con gente que conocen y respetan.

19. Atraer atención
Los emprendedores no pueden perder tiempo, dinero ni energía haciendo actividades promocionales que buscan construir posicionamiento en el largo plazo, gracias a la exposición repetida. Si lo haces, probablemente te quedarás sin dinero antes de lograrlo. En lugar, haz acciones de promoción en las que puedas involucrarte y atraigan atención a tu negocio.

20. Dominar el arte de la negociación
La habilidad de negociar efectivamente es una habilidad que todo emprendedor debe esforzarse por tener. En los negocios, se usa todos los días, todo el tiempo. Esto te ayudará a conseguir tratos ganar-ganar-, que son la base de las relaciones duraderas.

21. Diseñar su espacio de trabajo para el éxito
Planea con cuidado el diseño de tu oficina, de manera que pueda asegurar el mejor desempeño y productividad, así como te otorgue una imagen profesional.

22. Organizarse
La clave para mantenerte organizado no está en qué tipo de archivos tengas o qué tan limpio esté tu escritorio, sino en cómo administras tu negocio. Es establecer una rutina mediante la cual puedas conseguir lo mayor posible durante la jornada laboral. De hecho, debes desarrollar sistemas y rutinas para todas tus tareas. Pequeñas cosas como tener una agenda actualizada o una lista de pendientes pueden ayudarte.

23. Tomarse tiempo libre
La tentación de trabajar sobre reloj es muy real para los emprendedores. Después de todo, no tienes a un jefe que te diga a qué hora debes llegar o irte. Pero para rendir mejor es recomendable que te tomes descansos, días libres y vacaciones. Para que cumplas con ello agéndalos en tu calendario. Si sólo trabajas y nunca te diviertes se verá afectado tu humor, desempeño y hasta tu servicio al cliente.

24. Limitar el número de sombreros que usa
Es difícil que un emprendedor delegue; intenta hacer cuantas tareas sea posible y la habilidad de hacer multitasking es una característica común entre ellos. Sin embargo, debes pensar qué será lo mejor para tu negocio en el largo plazo y aprender a delegar responsabilidades.

25. Dar seguimiento constantemente
El contacto constante con clientes, prospectos y socios debe ser un mantra para cualquier emprendedor. Esto te ayudará a convertir prospectos en clientes, incrementar el valor de cada venta, conseguir que los compradores regresen y construir relaciones de negocios más sólidas.

5 pruebas de que el éxito llega a cualquier edad


Aunque las startups estén llenas de emprendedores jóvenes, no hay que pasar por alto que los más sabios y experimentados también triunfan.

Actualmente es normal sentir que todos los emprendedores están sus 20s. Hay muchas historias de jóvenes emprendedores que son millonarios, pero eso es sólo es una parte. Hay muchos iniciadores de negocios que tuvieron grandes ideas más tarde, lo cual los llevó a crear empresas que han sobrevivido muchos años.

Aquí hay cinco personajes que comenzaron tarde y que probaron que el éxito es posible a cualquier edad:

1. Leo Goodwin, GEICO. La Compañía de Seguros de los Empleados del Gobierno (GEICO por sus siglas en inglés) es una marca de seguros de automóviles en Estados Unidos con figuras publicitarias conocidas. Trabajando como contador en San Antonio, Texas, en 1930, Leo Goodwin se dio cuenta que los seguros necesitaban una reforma. Descubrió que las empresas no lidiaban con los clientes directamente, lo cual les podía ahorrar mucho dinero que tomaban los corredores.

En 1936, a sus 50 años, Leo fundó GEICO en Washington D.C. A diferencia de los demás hombres de negocios, él trabajó con su esposa Lillian para sacar adelante la empresa. Al final del año tenía 12 empleados y tres mil 700 pólizas activas. Hoy en día emplea a 27 mil personas y tiene más de 14 millones de asegurados.

2. Harland David Sanders, Kentucky Fried Chicken. El Coronel Sanders no comenzó como la idea de un hombre de negocios. Perdió a su padre a muy temprana edad, luchó intensamente con su padrastro y fue despedido de múltiples empleos. Sin embargo, estaba determinado a no rendirse y esta cualidad lo llevó al triunfo.

Mientras trabajaba en una gasolinera, se hizo muy popular por su deliciosa receta de pollo. Después de que ese establecimiento se quemara, Sanders logró que ahí se construyera un motel y un restaurante. En 1952, a los 62 años, Sanders pudo franquiciar su Kentucky Fried Chicken (KFC) por primera vez. Actualmente KFC tiene más de 18 mil 800 locales en 118 países diferentes.

3. Robert Noyce, Intel. Después de obtener su doctorado en física de MIT, Noyce encontró un trabajo como ingeniero de investigación. En 1957, él y otras siete personas dejaron su empleo y fundaron una empresa llamada Fairchild Semiconductor Corporation. Aunque tuvo algo de éxito, eventualmente se salió junto con Gordon Moore.

Ambos fundaron Intel cuando Noyce tenía 41 años. Éste era considerado un visionario y trataba a la gente como familia. Rechazaba los beneficios que recibían otros CEOs y buscaba que el ambiente de la compañía fuera más relajado. Además, supervisó la invención del microprocesador, una innovación que revolucionó la tecnología y que conforma la fundación de las máquinas que usamos actualmente.

4. Reid Hoffman, LinkedIn. Seguro crees que una empresa como LinkedIn, una gran red social, fue fundada por un joven emprendedor ¿verdad? ¡No! Hoffman tuvo dificultades para saber qué iba a hacer al terminar la carrera en Stanford. Decidió trabajar pero, para hacerlo estratégicamente, hizo un mapa para saber lo que debía aprender antes de comenzar su empresa.

Cuando emprendió solo, fundó un sitio de networking llamado Socialnet, creyendo que si tenía un algoritmo que coincidiera tendría éxito. Trató de publicitar su nuevo sitio en revistas y periódicos, pero no llegó muy lejos. Al final, se fue y se unió a PayPal y antes de dejar ese trabajo en 2002 creó LinkedIn. Hoffman tenía 35 años cuando fundó la empresa y 43 cuando la hizo pública.

5. Carol Gardner, Zelda Wisdom. Cuando tienes 52, estás recién divorciada, en quiebra y desesperada, posiblemente lo último que hagas sea pensar en iniciar una empresa. Pero tal vez sea lo que el doctor ordenó.

Después de que compró un perro, como recomendación de su terapeuta, Carol Gardner ganó un concurso local de tarjetas de Navidad poniendo una foto de su perro con detalles graciosos.

Esta victoria la inspiró a iniciar una empresa de tarjetas de felicitación, a la cual le puso el mismo nombre que su perra, Zelda. En 2010, Zelda Wisdom estaba valorada en 50 millones de dólares, lo cual muestra que realmente nunca sabes de dónde podrá venir tu siguiente gran idea.

Tener un negocio no es fácil, requiere trabajo duro y disciplina. Como resultado, no debería sorprenderte que muchas veces sean los más sabios los que saben navegar mejor por ese camino.

miércoles, 4 de marzo de 2015

RSE: El riesgo de volver al paternalismo

                 

Es bien sabido para todos que la Responsabilidad Social de las Organizaciones, sean estas empresariales o no, públicas o privadas, con ánimo o sin ánimo de lucro no es, en su integralidad, un concepto necesariamente novedoso.

Aunque la Unión Europea definió con gran acierto, claridad y simplicidad el concepto en su libro verde de 2001 cuando define que la “RSE es la integración voluntaria, por parte de las empresas, de las preocupaciones sociales y medioambientales en sus operaciones comerciales y en sus relaciones con sus interlocutores”, se evidencia que en el auge reciente de la RSE, lo “novedoso” no es la integración voluntaria de las organizaciones de las preocupaciones sociales y medioambientales; esta tendencia en lo social se evidencia hace muchos años en el mundo empresarial con aproximaciones filantrópicas y paternalistas no necesariamente vinculadas a la cadena de valor de la organización. La vinculación de las preocupaciones medioambientales tardó un poco más en asentarse en el mundo de las organizaciones, fueron la última mitad del siglo XX y un interesante inicio de este siglo XXI los testigos de un mayor compromiso de las organizaciones con la sostenibilidad ambiental.

Hay, a mi modo de ver, dos importantes novedades o innovaciones en el auge reciente de la RSE que debemos valorar mucho más para reconocer los avances, identificar las oportunidades y, sobre todo, evitar caer en la tentación de retroceder en el valioso camino recorrido:

1. La primera gran novedad es la comprensión de la RSE como un modelo integral de gestión organizacional que supone una estrategia global que debe involucrar al menos 5 dimensiones de la empresa: la cadena de valor, el equipo humano, el gobierno corporativo, la inversión social estratégica y la gestión medioambiental. Esta comprensión ha obligado a las empresas a hacer grandes esfuerzos en diseño de programas y estructuras, alineación estratégica, reporte y diálogo con grupos de interés, entre otros, pero también les ha ayudado a identificar grandes oportunidades al entender la RSE como la nueva fuente de ventaja competitiva sostenible.

2. La segunda novedad y, desde mi punto de vista, la principal herencia que nos dejan estos años recientes de avance de la Responsabilidad Social es el enfoque de grupos de interés. Por mucho tiempo las expectativas de un único grupo de interés (los accionistas) definían la estrategia empresarial. Fue bien entrado el siglo XX el que nos permitió ver que las expectativas de otro grupo de interés (los clientes) empezaban a tener peso creciente en el diseño de la estrategia de las organizaciones. Fue la RSE entendida como un modelo integral de gestión, la que permitió que las expectativas de los múltiples grupos de interés con los que se relacionan las organizaciones (accionistas, clientes, proveedores, trabajadores, comunidades, medios de comunicación, gobiernos, etc) empezarán a ser tenidas en cuenta en la formulación estratégica y por ende se hiciera indispensable, crear, propiciar, innovar o fortalecer los espacios de diálogo y comunicación con dichos grupos.

Soy testigo de excepción de que, esta evolución del concepto y de su aplicación, aunque resulta más costosa y compleja, ha sido apropiada por un número creciente de organizaciones en Colombia, independientemente de su sector, de su tamaño y de sus condiciones.

Evidentemente el modelo paternalista, basado solamente en bienintencionadas apuestas filantrópicas y, alejado de planteamientos y justificaciones de estrategia y competitividad, supone menos esfuerzo, menos creatividad, menos rendición de cuentas y menos diálogo con los grupos de interés.

Independientemente de cómo la llamemos: RSE, Sostenibilidad, Arquitectura Social, Valor Compartido, etc., es de la mayor importancia que las organizaciones no corramos el riesgo de volver al paternalismo sino que insistamos en el camino ya recorrido que entiende integralmente la responsabilidad de la organización con todos y cada uno de sus grupos de interés.

Se reciclaron más de 710 toneladas de envases Tetra Pak


                                           


A la hora de reciclar los colombianos están aportando un grano de arena. Así se ve reflejado con las cifras que la empresa líder en sistemas de procesamiento y envasado de alimentos, Tetra Pak presentó. Según la compañía en 2014 aumentó en 34% el número de envases reciclados en comparación con el año anterior.

“Se lograron recolectar 712 toneladas de envases de Tetra Pak durante e2014, una cifra que supera las 533 que se recogieron en 2013. Así mismo, hemos logrado fortalecer la infraestructura del reciclaje de nuestros productos en el país, y ya están funcionando siete plantas que los procesan en diferentes ciudades,” explicó Tatiana Liceti, directora general de Tetra Pak para la región Andina.

Dentro de su política de Desarrollo Sostenible, Tetra Pak se impuso la meta para 2020 de producir envases que provengan 100% de recursos naturales renovables. Hoy, 75% de los envases proviene de fibra de cartón y desde 2014 más de 95% de los envases que se comercializan en el país, contienen plástico derivado de la caña de azúcar (polietileno verde), logrando que ya 82% de los envases provenga de materias primas renovables.

“Nuestras metas son muy ambiciosas y nos hemos puesto a la tarea de impulsar el reciclaje desde todos los ángulos: la recolección de envases, la disminución de su impacto en el ambiente, el trabajo con la cadena de valor y sobretodo la educación para lograr incidir en los hábitos de consumo de los colombianos”, añadió Liceti.

Sierra Nevada beneficiada con los programas RSE
Con proyectos como el de Sierra Viva, un programa de manejo integral de residuos sólidos en la Sierra Nevada de Santa Marta, se logró recoger alrededor de 92 toneladas de residuos durante 2014. También en compañía del Ministerio de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible, Coca Cola y Corporación Horizontes, se gestiona el programa CREA, el cual propone un curso de responsabilidad ambiental, por medio del cual entregan alrededor de 300 becas educativas a líderes comunitarios, docentes y comunidades étnicas de 23 departamentos del país. Gracias a los resultados obtenidos por este programa, le fue reconocido el premio Colombia Sostenible de la Fundación Siembra Colombia.

El talento humano es el capital más importante

                          
Es imposible negar que el mundo está cambiando a una velocidad vertiginosa, las nuevas tecnologías están transformando industrias, empresas, gobiernos y la forma en que vivimos en general. La expansión masiva de las computadoras y portátiles demoro décadas, la expansión de los teléfonos móviles se ha hecho en solo unos años. Hoy, la mayoría de los 6.000 millones de habitantes del mundo tiene acceso a un celular y esto se está extendiendo a través del “internet de las cosas”, que conectará la nevera y cafetera de un hogar, con las maquinas basadas en inteligencia artificial que proliferarán en cualquier empresa.


Empresas como Uber, Tappsi, Airbnb Netflix, ZipCar, están expandiendo la economía compartida, haciendo mucho más eficiente el uso de los recursos, y disrumpiendo tradicionales formas de producción, y mercados en su totalidad. Estas transformaciones están generando un enorme impacto en el mundo laboral y consecuentemente en el talento necesario para progresar en el siglo XXI.

El contrato implícito entre empleador y empleado ya no es igual que antes. Se estima que un joven cambiará de empleo 15 o 20 veces en su vida laboral, y ya no existen corporaciones que ofrezcan seguridad laboral toda la vida. En Estados Unidos más de un tercio de la fuerza laboral es móvil, y se espera que esto siga creciendo en todo el mundo. Según la consultora PriceWaterHouse, 37% de la fuerza laboral global (1.300 millones de trabajadores) serán “trabajadores móviles” hacia 2020.

El mercado laboral ha cambiado, la demanda por el talento es mucho más competitiva y es global. Un estudiante de Colombia competirá por trabajo con uno de Singapur, y de Marruecos. Las organizaciones no tienen límites geográficos para reclutar personal, pero les sigue costando mucho conseguir el mejor talento.

Existe una notoria desconexión entre la escuela y la demanda laboral. De acuerdo a estudios de PWC y McKinsey, dos tercios (63%) de los CEO globales temen no encontrar los perfiles adecuados para las nuevas posiciones y necesidades de innovación. Hacia 2020 esperan un déficit de unos 85 millones de trabajadores calificados para cubrir vacantes a nivel global.

Si no mejoramos la educación en América Latina, no lograremos participar de esta nueva economía. Invertimos mucho en educación como porcentaje de nuestros productos brutos, pero tenemos muy baja calidad, y más todavía entre las comunidades más vulnerables. Los índices de desigualdad en nuestra región son los más altos del mundo y no harán más que aumentar con el advenimiento de las tecnologías y la automatización, dividiendo a quienes puedan o no participar de la sociedad del conocimiento.

El sector privado tiene mucho en juego en este proceso. Cada vez más, demanda trabajadores con alta calificación para desarrollar tareas que le permitan mantenerse competitivo en el mercado, pero al mismo tiempo admite las dificultades que tienen para encontrarlos y las debilidades de los gobiernos para proveer soluciones innovadoras. De ahí, su creciente interés en la educación, que se traduce en un renovado impulso a la filantropía pero también a la inversión de riesgo en modelos innovadores de aprendizaje y enseñanza, como mostramos en nuestro reciente libro Educación 3.0 La Batalla por el Talento en América Latina.

Colombia es pionero en la participación del sector privado en la educación, todos los sectores de la sociedad parecen consientes de esto. Fondos de inversión y emprendedores abundan, y lo mismo empresas de todos los tamaños. La Asociación de Fundaciones Empresariales, es un buen exponente de esta tendencia, agrupando 57 fundaciones de origen empresarial y familiar, de las cuales 65% está trabajando en educación. Generar el mejor talento en nuestros países es una responsabilidad de todos, el sector empresarial puede traer la innovación y liderazgo fundamental para enfrentar estos desafíos.

martes, 3 de marzo de 2015

Enfocarse, objetivo de alto valor

                    Estar enfocado es clave antes de aplicar la emoción adecuada.


Estar enfocado es clave antes de aplicar la emoción adecuada.
Foto: Archivo particular
Cuando la meta de negocio a cumplir se define con claridad, se facilita la elección de la emoción correcta.

Capítulo aparte merece en el análisis del experto Andrés Cadena el enfoque como la condición previa para dar con la emoción correcta.

Este es considerado uno de los pilares del éxito. Enfocarse es propio de personas cuyo pensamiento está orientado ciento por ciento al logro y a lo que van a lograr.

Explica que “muchas personas hablan de lo que no quieren, de lo que no desean, de los problemas que quieren evitar. Pero hay presidentes y gerentes que, más bien, dicen lo que quieren lograr. Hablan de tener personal entrenado, de aumentar sus ventas”, .

En síntesis, resume, el enfoque consiste en dirigir los pensamientos hacia aquello que se va a lograr.

“Lo que pude ver de ellos - los ejecutivos analizados - es que cuando están completamente enfocados en lo que van a lograr acceden a la emoción correcta” dice.

Y agrega que con esto se puede deducir que la emoción depende del enfoque.

Si son personas orientadas a lo que van a lograr acceden a estados de seguridad y si son personas que están orientadas a solucionar inconvenientes acceden a estados de tranquilidad.

Si son personas que están orientadas a desafiar las probabilidades o a subir los estándares, porque no se conforman con las metas que les impone la organización, se rigen por sentimientos de seguridad.

“Lo que he podido ver es que la emoción es una habilidad y depende directamente del enfoque”, señala Cadena. Desde su perspectiva, añade que cada vez que el individuo se enfoca en lo que no quiere para su vida accede a la dimensión del miedo, la inseguridad o la ansiedad.

Por último, dice que el concepto de optimismo puede estar relacionado “siempre y cuando se aprenda a reconocer la realidad. Hay gente que es positiva y optimista, pero hay que identificar el origen de los problemas e identificar la realidad”.

Administrar emociones, otra ‘cuota’ del éxito empresarial



La rabia o la tranquilidad pueden ser el motor de las decisiones correctas en los negocios. Experto analiza la importancia de elegir y transmitir sentimientos apropiados a la hora de negociar y vender.

Aun cuando analizar, estudiar y tener los pies en la tierra son aspectos que rigen a la hora de los negocios, las emociones juegan un papel crucial.

Así lo señala el experto Andrés Cadena, quien luego de abordar el mundo empresarial desde la Neurolingüística, analizó a los empresarios y líderes desde las emociones.

El tema lo aborda en el libro ‘Neuroemotion aplicado a negociación y ventas’ que presentará en la próxima Feria del Libro de Bogotá.

“Con Neuroemotion lo que he podido ver en los grandes líderes y en los grandes negociadores es que cuando se vive la emoción correcta se logran los cambios de una manera correcta y se toman las decisiones correctas”, explica el experto, que considera la aptitud emocional como la habilidad del Siglo XXI.

En la gestión de las ventas una persona puede estar entrenada para vender, pero si no maneja sus emociones y no siente y transmite seguridad sobre las bondades del producto o servicio, no va a despertar la confianza en el cliente para que la transacción sea efectiva.

Y si, en general, la compañía no va bien en ventas, lo correcto es acudir a la emoción de la tranquilidad, porque eso dará paso a encontrar el camino para superar esa coyuntura difícil en el negocio. La solución puede parecer elemental, pero el esfuerzo está en conseguirlo.

Lo importante es que las personas se sientan bien como seres humanos y, desde esa premisa básica, se debe trabajar para que logren comprender el poder que tienen sus emociones en sus acciones.

Así, los sentimientos bien administrados y seleccionados acertadamente son el punto de partida de una cadena de elementos que llevan al éxito y que incluyen el plan estratégico y la decisión de negocio.

¿De dónde surgen las emociones?

En su análisis, para Cadena, estar enfocado en un objetivo es el paso previo a elegir la emoción que convenga (Ver nota anexa).

En ese sentido, surgen según la dirección que se les da a los pensamientos y dependen de cómo se interpretan las circunstancias de la vida. Eso se reflejará en la expresión verbal, en la emoción correcta e incorrecta, en el diseño del plan a ejecutar y, en últimas, en la decisión correcta o incorrecta.

Dentro de su análisis, la incongruencia desde el punto de vista lingüístico no es recomendable. Invitar a la calma con expresión de angustia no funciona, por ejemplo.

Comenta que, aunque en Psicología existen emociones buenas y malas, en Neuroemotion otro es el punto de vista. “El planteamiento que rige es que hay emociones que alejan o acercan a los resultados”, considera.

Por ejemplo, la rabia, aunque es vista como un sentimiento negativo, puede provocar decisiones correctas. “La rabia significa umbral emocional, quiere decir ‘basta’ y se asume la conciencia de que hay que arreglarlo”, asegura.

Por su parte, la tranquilidad se percibe como positiva, pero en exceso puede ser riesgosa porque puede caracterizar a personas que no salen de su zona de confort.

GENERAR HÁBITO

Grandes empresarios, líderes y gerentes tienen la aptitud emocional que solo se consigue cuando se crea el hábito y cuando la persona se condiciona para lograrlo.

Hay que practicar y ejercitarse hasta que se convierta en una habilidad, recomienda Cadena.

Sostiene que “se requiere ser un agente activo para saber cuál es la habilidad que se necesita dependiendo de la circunstancia que es, en otras palabras, lo que se llama intensidad emocional. Lo claro es que cuando uno está conectado emocionalmente, las estrategias llegan y no hay que pensarlas tanto”.



La emoción es el padre de la acción y, en esa medida, si existe un hábito que se aleja de los objetivos hay que concientizarse, rodearse de personas similares en los intereses para que, ya sin esfuerzo, se puedan llegar a las emociones correctas.