martes, 17 de marzo de 2015

Guía para elegir tu modelo de negocio

¿No sabes si apostarle a una franquicia, al multinivel o a la distribución? Te presentamos los pros y contras para que decidas qué modelo es para ti.

Hay una frase popular que dice: “no corras antes de caminar”. Trasladada al mundo de los negocios, diría: “no emprendas sin antes conocer e investigar”. Y es que para emprender de la mano de una marca (concepto conocido como “llave en mano”) primer debes conocer cómo opera el esquema de negocio de ésta para determinar si se adapta a tu perfil, gustos, personalidad y bolsillo. Porque no es lo mismo estar en contacto directo con el cliente que atenderlo en línea, tener un horario fijo que operar en tu tiempo libre o contar con experiencia como profesionista que ser un estudiante.

Por eso, a continuación te presentamos cada uno de los modelos “llave en mano” que encontrarás en el directorio 1,500 Oportunidades de Negocios 2014. Conoce sus principales características, ventajas y desventajas, nivel de involucramiento de la marca y otros elementos que te ayudarán a definir cuál es el más indicado para ti.
Distribución

Actúas como intermediario entre una marca y el consumidor final, haciéndole llegar la mercancía a través de un local comercial, entregas a domicilio o vía comercio electrónico.

Pros. Por cada venta concretada recibes una comisión. Tendrás libertad para crear y administrar tu negocio, ya que el propietario de la marca no será tu jefe.
Contras. A diferencia de las franquicias, ciertos modelos de distribución te permiten utilizar el nombre que desees para tu negocio, además de que no te proporcionan asistencia técnica.
Inversión. Considera que podrías necesitar un local para distribuir los productos, lo que aumentaría tu inversión.
Relación. Mantente en contacto con tu distribuidora para no quedarte sin stock, así como con tus clientes para resurtirlos.
Franquicia

El franquiciante (dueño de la marca) otorga al franquiciatario (tú) el derecho de utilizar la marca de su producto o servicio.

Pros. No siempre requieres experiencia previa, pues se te entregan manuales con toda la información administrativa y operativa necesaria para llevar tu negocio al éxito.
Contras. El franquiciante vigilará que cumplas con las reglas establecidas e incluso, puede haber sanciones por incumplimiento.
Inversión. Remodelación del local, inventario, mobiliario y equipamiento; además de regalías, cuota de franquicia y contibuir al fondo de publicidad de la red (no en todos los casos).
Relación. Te conviertes en franquiciatario de la marca por un tiempo determinado.
Licencia

Permiso que se otorga a través de un contrato para reproducir, usar y aprovechar una marca, imagen, logotipo, concepto o personaje ficticio que cuente con derechos de propiedad intelectual.

Pros. Puedes explotar una marca en casi cualquier producto, desde una playera o una gorra hasta juguetes o útiles escolares.
Contras. Debes contar con los recursos (financieros, humanos y de maquinaria) para desarrollar el negocio y tener buena capacidad de distribución, además de productos de alta calidad.
Inversión. Tendrás que pagar regalías por el uso de marca e invertir en los artículos en los que plasmarás la licencia.
Relación. El licenciante (dueño) otorga al licenciatario (tú) el permiso por tiempo determinado para usar su marca.
Máquinas vending

Las máquinas requieren poco espacio para colocarse y pueden vender una amplia variedad de productos. La ubicación es clave, por tanto, se debe buscar un lugar vistoso y con alta afluencia peatonal.

Pros. Operan 24/7, por lo que podrás generar ingresos a cualquier hora. Y sólo deberás mantenerlas surtidas y darles mantenimiento semanal o mensualmente.
Contras. La empresa que te vende las máquinas podría también ser tu proveedora y, en consecuencia, deberás comprarle los productos que se expendan en ella.
Inversión. No basta con tener una máquina, la mayor parte de los emprendedores de vending cuenta con más de 50 unidades. Dependiendo dónde se ubiquen, deberás cubrir una cuota de renta y de luz.
Relación. El fabricante de las máquinas te surtirá de refacciones e insumos, según cada caso.
Multinivel

Sistema de ganancias de venta directa que se basa en la venta de productos de alguna marca, en el que formas una red de ventas a la que invitas a participar a tus conocidos y ellos, a su vez, ingresan a más personas.

Pros. Obtienes ingresos de todos los miembros que se suman: más agremiados = más ganancias. También puedes recibir incentivos como descuentos, viajes y hasta autos o casas.
Contras. Si no tienes autodisciplina o buena administración del tiempo y no apoyas a tu red de vendedores, tu negocio podría sufrir.
Inversión. La mayoría de las cuotas de ingreso son bajas o incluso, nulas.
Relación. El don de gente es imprescindible, por lo que debes saber relacionarte con consumidores y vendedores potenciales.
Representación

Promoción de productos o servicios de la marca a la que representas entre tu cartera de clientes, con ayuda del material de ventas que te proporcione la firma.

Pros. Puedes ser el representante exclusivo en una zona geográfica para disminuir el riesgo de la competencia. De ser así, exige que quede detallado en el contrato.
Contras. Si la marca no es muy reconocida o carece de publicidad, deberás hacer uso de tu creatividad para dar a conocer la oferta que representas.
Inversión. Depende de las condiciones de compra-venta que establezca el propietario de la marca.
Relación. Como representante, actúas como intermediario entre un comprador y un vendedor, y promueves el producto o servicio de una empresa en particular.
Venta de insumos

La empresa actúa como proveedora de material para que realices algún producto por cuenta y marca propia. Deberás desarrollar tu negocio desde cero, pero a cambio obtendrás independencia y libertad creativa.

Pros. Independencia y libertad creativa.
Contras. Deberás desarrollar tu negocio desde cero.
Inversión. Variable, dependiendo del tipo de insumos y la cantidad que requieras. Deberás resurtirte de materia prima constantemente para mantener tu producción.
Relación. La empresa actúa sólo como proveedora.
Ventas por catálogo

Tu labor es circular el catálogo para tomar pedidos a posibles clientes y ganas según la diferencia entre el costo del fabricante y el precio que paga el consumidor final.

Pros. Puedes obtener un precio especial de socio o de mayoreo.
Contras. Para aumentar tu nivel de ventas deberás adquirir más de un ejemplar. Y por la constante rotación de inventario, tendrás que invertir en nuevos impresos regularmente.
Inversión. Por lo general sólo inviertes en la compra del catálogo. Incluso algunos esquemas los manejan en línea, eliminando el costo del mismo.
Relación. Con quienes debes de estar más en contacto es con tus clientes, para mantenerlos al tanto de los nuevos productos y levantar pedidos con cada nuevo catálogo.

4 pasos para constituir una empresa

Recuerda que para iniciar tu negocio, requieres realizar ciertos trámites para que tu empresa sea reconocida por el Gobierno.

Dentro del proceso de formación de un negocio, la constitución legal de la empresa constituye un paso esencial. Sólo así el emprendedor logrará que su compañía sea considerada legalmente establecida por el Gobierno y pueda funcionar en forma regular.

La constitución de la empresa puede ser como Persona física, Sociedad anónima o como Sociedad de Responsabilidad Limitada. Cualquiera que sea la forma de constitución que el emprendedor decida para su empresa, deberá seguir una serie de trámites legales.

Es importante tomar en cuenta que el emprendedor, al decidir cual será la estructura legal que adoptará para constituir su pequeña empresa, deberá estar asesorado por un contador y un abogado. Conforme a las disposiciones legales vigentes en México, debes seguir estos cuatro pasos para pasar de ser persona física y convertirte en persona moral:

1. Regístrate en www.tuempresa.gob.mx. Para esto necesitas tu CURP, RFC y Firma Electrónica Avanzada (FIEL).

2. Ingresa hasta tres denominaciones (o razones) sociales. Por cada una de ellas puedes recibir como respuesta: no favorable, en proceso o favorable.

3. Reserva tu denominación social. Elige el régimen jurídico y fedatario público con el que formalizarás el trámite. Las formas de operar a través de sociedades reconocidas por las leyes mexicanas son:

- Sociedad Anónima de Capital Variable o S.A. de C.V.
- Sociedad de Responsabilidad Limitada o S. de R.l.
- Sociedad en Nombre Colectivo o S. en N.C.
- Sociedad en Comandita Simple o S. en C.S.
- Sociedad Anónima o S.A.

4. Acude con el fedatario público que elegiste para construir tu empresa o persona moral. Debes presentar los siguientes documentos para continuar tus trámites:

- Original y fotocopia del comprobante de domicilio fiscal (original para cotejo).
- Copia certificada y fotocopia del documento constitutivo debidamente protocolizado.
- Original y fotocopia de cualquier identificación oficial vigente con fotografía y firma expedida por el gobierno federal, estatal o municipal del representante legal.
- Copia certificada y fotocopia del poder notarial con el que acredite la personalidad del representante legal o carta poder firmada ante dos testigos y ratificadas las firmas ante autoridades fiscales o ante notario o federatario público (copia certificada para cotejo).

¿Cuáles son las ventajas de hacer esto?
- Permitirá que se incorporen nuevos socios y da mayor certeza ante las instituciones bancarias.
- Da prueba de la seriedad de la empresa en tanto entidad independiente al dueño. Facilita el acceso a subsidios, fondos de inversión y concursos empresariales.

10 preguntas para crear la misión de tu empresa

Este enunciado te ayudará a fijar metas y a establecer la imagen de tu negocio. Inclúyelo en tu plan de negocios.

Cuando estás creando un plan de negocios para tu empresa, necesitas incluir una misión. Esta herramienta puede ser igual de importante que el plan y resume, en algunas oraciones cortas, la esencia de las metas de tu negocio y la filosofía detrás de éste. Además, es muy importante que señale qué significa tu empresa para los clientes, empleados, proveedores y la comunidad.

La misión refleja cada faceta de tu negocio: el rango y naturaleza de los productos que ofreces, los precios, calidad, servicio, posición en el mercado, potencial de crecimiento, uso de la tecnología y tu relación con consumidores, trabajadores, proveedores y competencia.

Debes tener claro cuál es tu nicho y estudiar los de otras empresas para impulsar tu creatividad. Para crear una misión que comprima todos los elementos de tu negocio, comienza con las preguntas adecuadas. Responder estas 10 preguntas te ayudará a crear una imagen verbal de la misión de tu compañía:

1. ¿Por qué estás en este negocio? ¿Qué quieres hacer por ti mismo, por tu familia y clientes? Piensa sobre la chispa que provocó tu decisión de comenzar. ¿Qué hará que siga ardiendo ese fuego?

2. ¿Quiénes son tus clientes? ¿Qué puedes hacer por ellos que enriquezca sus vidas y contribuya a su éxito ahora y en un futuro?

3. ¿Qué imagen de tu negocio quieres transmitir? La gente a fuerzas percibe algo de tu empresa. ¿Cómo puedes crear la imagen deseada?

4. ¿Cuál es la naturaleza de tus productos o servicios? ¿Qué factores determinan el precio y la calidad? Identifica cómo se relacionan a las razones de la existencia de tu negocio. ¿Cómo puede cambiar esto con el tiempo?

5. ¿Qué nivel de servicio vas a dar? La mayoría de las empresas creen que ofrecen “el mejor servicio disponible” pero, ¿tus clientes están de acuerdo? Define qué es lo que hace que tu empresa dé la mejor atención al cliente.

6. ¿Qué roles van a tener tus empleados y tú? Los capitanes sabios desarrollan un estilo de liderazgo que organiza, reta y reconoce a los trabajadores.

7. ¿Qué tipo de relación vas a tener con los empleados? Todo negocio tiene una sociedad con sus proveedores. Cuando tú tienes éxito ellos también lo tienen.

8. ¿En qué te diferencias de la competencia? Muchos emprendedores olvidan que persiguen lo mismo que su competencia. ¿Qué haces mejor, más barato o más rápido que la competencia? ¿Cómo puedes usar la debilidad del competidor como ventaja?

9. ¿Cómo usarás la tecnología, capital, procesos y servicios para alcanzar tus metas? Una descripción de tu estrategia te dará la energía necesaria para enfocarte en tus metas.

10. ¿Qué filosofías ocultas o valores guiaron las respuestas anteriores? Algunos negocios eligen enlistar eso de forma diferente. Escribirlos clarifica el “porqué” de tu misión.

¿Cómo lo puedes juntar?

Aquí hay algunos tips para hacer tu misión lo mejor posible:
Involucra a los que están conectados a tu negocio. Aunque seas el único propietario, ayuda mucho pedir ideas para tu misión a otras personas. Éstas pueden ayudarte a ver tus fortalezas, debilidades y cosas que te faltan. Si no tienes socios o inversionistas, pídele consejo a tu familia o amigos cercanos. Elige a personas que quieran verte triunfar.

Aparta varias horas para trabajar en esto. La mayoría de las misiones son cortas, máximo una página. Aun así, escribirla no es cualquier cosa. Toma tiempo idear un lenguaje que describa al mismo tiempo el alma y corazón de la organización y que sirva como inspiración para todos los involucrados con el negocio.

Planea una cita. Aparta tiempo para reunirte con personas que siempre te ayudan. Escribe una lista de temas que se puedan discutir. Encuentra un lugar cómodo y silencioso lejos de teléfonos e interrupciones.

Comienza inteligentemente. Explica el significado y propósito de tu misión antes de empezar, no todos automáticamente sabrán de qué se trata.

Haz lluvia de ideas. Considera todas las ideas, no importa lo tontas que suenen. Si trabajas con un grupo, escribe las respuestas para que todos las vean. Una vez que terminaste, pídeles a todos que escriban misiones individuales para tu negocio. Léelas y crea una sola.

Usa “palabras clave”. Una vez que tengas una idea básica, pule el lenguaje de tu misión. Tu declaración debe crear imágenes mentales, dinámicas e inspirar a todos para que actúen. Utiliza verbos y adjetivos poco convencionales para darle vida a tu idea.

4 razones para contratar con base en la actitud

             

Antes de elegir a tu equipo laboral, asegúrate de que los seleccionados tengan lo necesario para llevar a tu empresa a la cima.

Me he dado cuenta de que los mejores equipos en los que he estado tienen una cosa en común: son personas con una gran actitud. Realmente considero que ésta es un indicador líder cuando tomamos decisiones de contratación.

Aquí hay cuatro razones por las que debes contratar en base a la actitud.

1. Estos empleados pueden ignorar el ruido y ayudar a los demás para que se concentren. Nada me molesta más que los chismes y rumores. Estas actividades que exprimen todo tu tiempo usualmente nacen de las actitudes negativas –la gente buscando lo peor en las demás personas y situaciones. No es nada más que ruido y lleva a una cultura ineficiente e improductiva. Con una gran actitud evades el ruido y te niegas a ser involucrado en una conversación negativa.

2. Son capaces de promover un ambiente laboral positivo. En otras palabras, la gente con buena actitud es más divertida. En el trabajo pasamos más tiempo con nuestros compañeros que con la familia o amigos. Una buena actitud puede ser un factor determinante para saber si la persona va a superar sus metas y en muchas ocasiones lo logra porque tiene el apoyo de la gente a su alrededor.

3. Estos trabajadores saben que celebrar las pequeñas victorias lleva a grandes triunfos. Parte de tener una gran actitud es ser capaz y estar dispuesto a celebrar las victorias diarias. Si eres una empresa que quiere alcanzar grandes metas, necesitas ser lo suficientemente pragmático como para saber que estas metas no se cumplen de la noche a la mañana. Necesitas trabajar por ellas. Eso requiere de motivación consistente y significativa para que la gente pueda ver cómo el trabajo duro de hoy rindió frutos.

4. Dirigen grandes equipos porque celebran el “nosotros” en lugar del “yo”. La gente con buena actitud es mejor dirigiendo equipos ganadores. Ya sea a través de la rendición de cuentas, compromisos compartidos o la falta de énfasis en sus propios objetivos, son capaces de hacer que los demás trabajen juntos y hagan algo increíble. No se obsesionan por los títulos, visibilidad o de promover políticas en la oficina.

Como dice el dicho “Una mala actitud es como una llanta pochada. No puedes ir a ningún lado hasta que la cambies”. Si te enfocas en contratar a gente con una buena actitud, no tendrás que lidiar con un descarrilamiento cultural en el camino.

4 tips para persuadir a tu equipo de trabajo

                

Escucha atentamente a las personas que trabajan contigo y descubre qué hacer para que tengan las mismas metas que tú.
Como líder de negocios debes aceptar la siguiente realidad: Tú eres el producto o servicio que vendes. Para los emprendedores eso significa que estás vendiendo todo el tiempo incluyendo a las audiencias “internas” como los empleados, vendedores o inversionistas. Tu meta es transferir la confianza y convicción que tiene tu empresa a todos los que forman parte de la misma.

Para hacer eso debes aplicar los mismos principios que cuando le vendes a posibles clientes. Las siguientes estrategias te ayudarán a mover a tu equipo de trabajo de participantes pasivos a activos.

1. Enfócate en lo que es importante para las otras personas. Tus empleados, vendedores e inversionistas ya decidieron que lo que vendes vale lo suficiente como para tener una relación contigo. Tu reto ahora es dejar de hablar de la empresa y de ti y empezar a discutir las necesidades de tus colaboradores.

Las mejores conversaciones son en las que todos son participantes activos. ¿Qué es lo que quieres que hagan los otros? Piensa en su punto de vista. Trata de emparejar lo que tratas de lograr con lo que busca la otra persona. Es natural que la gente llegue a pensar qué obtendrá a “cambio”, así que comienza por ahí.

2. ¿Cómo juzga el éxito la otra persona? Una manera simple de cambiar la conversación es preguntándoles cuáles son las tres cosas más importantes para ellos. Si desde un principio te tomas el tiempo para identificar su criterio para el éxito, podrás marcar el tono de tu relación con cada uno de ellos.

3. Ajusta tu estilo de comunicación con el de la persona con la que hables. A los emprendedores les pagan para ser flexibles respecto a la forma en la que se comunican. Así que ten esto en mente: no es culpa del individuo si no “entiende” algo. Tu éxito depende de tu habilidad para hacer que tu estilo de comunicación sea entendido por las personas con las que hables.

Asegúrate de que te respondan para que el mensaje quede claro. En las ventas hay un dicho “30 por ciento de la gente recordará lo que ve, 20 por ciento lo que escuche y 90 por ciento lo que diga”. Con eso en mente, pregunta: ¿cómo piensas que esto tendrá un impacto en la forma en la que trabajas? Juntos podrán establecer los pasos para alcanzar las metas.

4. Felicítalos por su trabajo. Elogiar un buen trabajo es básico, pero sólo algunos de nosotros lo hacemos. Comprométete a usar esta técnica para reforzar el comportamiento positivo a lo largo del camino. Esto mantendrá enfocado a tu equipo en las metas compartidas que hicieron desde antes. Las investigaciones demuestran que una cantidad moderada de elogios tiene un efecto positivo en la actitud de la gente que trabaja contigo.

Un último consejo. Muchos de nosotros no iríamos a una junta externa sin una agenda o puntos a tratar, así que aplica ese enfoque también a las juntas internas. Si los individuos que laboran contigo te ven preparado, proyectarás confianza y los convencerás.

lunes, 9 de marzo de 2015

¿Afectas la productividad de tus empleados?

                           
Conoce tres formas en las que podrías distraer o interrumpir a tu equipo sin darte cuenta, disminuyendo su enfoque y mermando sus resultados.

En los últimos seis años, mi esposa Jodi y yo hemos lanzado tres negocios y contratado y despedido a varios empleados. Hemos aprendido (por la mala) que hay ciertas cosas que pueden estropear la productividad diaria de los empleados. Esto no es ninguna sorpresa: los emprendedores generalmente están estresados y transmiten su estrés a su equipo, haciéndolo menos productivo.

Hace unos días decidí preguntar a un grupo de empleados qué hacían sus jefes que ellos creían que afectaba su productividad. Éstas son las cuatro respuestas que escuché más veces:

“Me micro-administra. Pero yo sé cómo priorizar mi trabajo”
“No reconoce el trabajo que he hecho. Sólo nota lo que me falta por hacer”
“Me sorprende con preguntas sobre el negocio para las que no estaba preparado”
“Me llama o se para frente a mi escritorio y habla sin parar sobre asuntos personales mientras intento trabajar”

También podrías estar tan inmerso en tu propio estrés que no notes que estás causando que tus empleados se estresen todos los días. Y lo peor: cuando tu equipo se estresa, son menos productivos y efectivos.

Te compartimos tres formas en las que podrías ‘descarrillar’ la productividad de tus empleados sin darte cuenta:

1. Haces la pregunta: “¿Tienes un minuto?”
Existen tres tipos de conversaciones que tienes todos los días con otras personas: las que construyen relaciones, las transaccionales y las de oportunidad de desarrollo. “¿Tienes un minuto?” es generalmente el inicio de una plática transaccional.

Esto es problemático por dos razones: Primero, porque lo que vas a preguntar tomará más de un minuto en responder. Generalmente interrumpir el flujo de trabajo de un empleado envía un mensaje de que no valoras o respetas su habilidad para enfocarse y hacer su trabajo. Segundo, podría no estar en una posición (física o mental) en ese momento para tener una conversación.

La próxima vez que necesites reunirte un tiempo con un empleado envíale un e-mail para explicarle exactamente para qué necesitas “un minuto”, y de ser posible, hazlo de 12 a 24 horas antes para que puedan estar preparados.

2. Dictas sin preguntar qué es lo que necesitan hacer para mejorar su trabajo
Una de mis formas favoritas de hacer que todos los que me rodean sean más productivos es terminar las conversaciones preguntándoles qué necesitan de mí para completar la tarea. Me gusta preguntar: “Ahora que ya hablamos de eso, ¿qué necesitarás preguntarme o pedirme en las próximas 72 horas?”.

Uno de mis clientes, Joe Bruzzese de Spriego, un sitio Web para reportar bullying, empezó a hacer esto y descubrió que en una semana cinco de sus empleados habían hecho 27 preguntas en total cuando terminaba las conversaciones con esta pregunta. En algún punto iban a tener esas dudas, y gracias a que las esclarecieron desde antes pudieron ser más capaces de cumplir las tareas que tenían a su cargo.

3. Envías mensajes confusos acerca de las metas de tu empresa
Fíjate el propósito de recordarle a tu equipo cuál es tu principal objetivo. Aunque pudiera parecer obvio, una de las mayores formas de evitar que tus empleados sean productivos es enviándoles un mensaje confuso sobre cuál es tu meta.

Al ser claro sobre los propósitos de tu empresa es posible que todos establezcan sus prioridades y hagan todos los días su mejor esfuerzo. Al tener mayor compromiso hacia nuestro trabajo, nuestro nivel de estrés es menor y somos más eficientes.

Durante la próxima semana lleva contigo una libreta. Monitorea cuántas veces interrumpes o distraes a tus empleados en alguna de estas tres formas. Podrías notar que, de hecho, les estás provocando estrés; minimiza el estrés y conseguirás que terminen antes el trabajo.

20 reglas de etiqueta en la oficina

             

Para impulsar un clima laboral agradable en tu empresa, existen ciertos comportamientos que tú y tu equipo deben evitar.

No importa qué tan flexible o relajado seas, una oficina es un espacio social, y por lo tanto existen ciertas reglas de etiqueta que rigen el buen comportamiento dentro de ella. Esto se debe a que algunas actividades pueden resultar molestas para el resto del equipo, e incluso, afectar su productividad.

Te compartimos algunas de las principales que ayudarán a impulsar un buen clima laboral. Toma en cuenta que para motivar este tipo de actitudes, debes pregonar con el ejemplo y de ser necesario, ponerlo por escrito:

1. No comas en la oficina, en especial alimentos muy condimentados o de olor fuerte (como el atún o cebolla) ya que pueden ser muy molestos.

2. No hables por teléfono sobre temas personales. Así de simple. A nadie le interesan tus conversaciones, por lo que haz el sencillo esfuerzo de salir al pasillo o a una sala de juntas libre. Nunca uses el modo altavoz, a menos de que estés completamente solo.

3. No digas palabras altisonantes, aunque estés muy molesto. Si se te dificulta controlarte, recuerda que este tipo de actitudes sólo demuestran tu falta de respeto hacia los demás.

4. Si quieres escuchar música, usa audífonos. No a todo el mundo le gusta el mismo tipo de música, por lo que no debes “forzarlos” a compartir contigo.

5. No platiques con otros colegas sobre temas irrelevantes y menos de un lado a otro de la sala en voz alta. Esto genera distracciones poco productivas para el resto del equipo.

6. Si vas a prender o apagar el aire acondicionado (o abrir la puerta) pregunta al resto de los compañeros. Sin embargo, toma en cuenta que trabajar con calor puede disminuir la concentración de las personas.

7. Pon tu celular en vibrador. Si tu smartphone suena constantemente (y con la misma melodía) puedes molestar a los demás.

8. No rocíes perfumes o lociones, a menos de que sea necesario o que los demás estén de acuerdo. Lo mismo ocurre con tu propia loción; evita ponerte demasiada o que sea un aroma muy dulce.

9. Intenta mantener tu lugar (y a ti mismo) lo más limpios posible. Trabajar en un lugar sucio y lleno de papeles puede afectar el desempeño de las personas y darte una muy mala imagen.

10. No te rías como loco frente al monitor. Esto, además de ser molesto, es una prueba de que no estás trabajando en algo importante, sino que estás chateando con algún amigo o viendo sitios humorísticos, como videos en YouTube.

11. Apréndete el nombre de todos tus colegas. Aunque tengas pésima memoria, intenta recordar el nombre y cargo de todas las personas presentes en la oficina. No hay nada más incómodo que se refieran a ti como “hey tú” u “oye tú”.

12. Evita los ataques de ira o de llanto. Todos somos humanos, pero como líder o empleado no puedes demostrar abiertamente tus emociones, ya que esto genera desconfianza entre el equipo. Si sientes que no puedes controlarte, retírate y busca otro espacio.

13. No regañes a alguien frente a los demás. Además de ser una situación humillante para la persona que recibe la llamada de atención, es incómodo (o peor, divertido) para quienes lo escuchan.

14. Ten cuidado con tu vestimenta. Aunque la ropa dice mucho de nuestra personalidad, debes evitar usar ciertas prendas. Recuerda: no estás en la playa, en el parque o en una fiesta con tus amigos.

15. No chismees sobre tus colegas, empleados o jefes. Nada afecta más un clima laboral que este tipo de actitudes dañinas. Si hay algún tema que clarificar, hazlo pronto antes de que se corran rumores por toda la oficina.

16. Sé puntual. Si la hora de entrada es a las 8, a esa hora debes estar en la oficina, especialmente si eres el líder. Llegar tarde puede considerarse falta de respeto y afectar los procesos y trabajos de todos los demás.

17. Pide las cosas prestadas. Sin importar qué tanta confianza tengas con una persona, no es correcto tomar sus cosas mientras no se encuentra en la oficina. Y obviamente mucho más incorrecto es no regresarlas.

18. Ten cuidado con los apodos. Aunque usar motes puede ser un aspecto divertido que impulse la camaradería, también puede generar sentimientos negativos en las personas. Evita usar sobrenombres ofensivos.

19. Si estás enfermo, evita el contacto. Si tú o alguien de tu equipo contraen una enfermedad contagiosa, no deben asistir a la oficina para evitar que se propague. En caso de que lo hagas, no saludes de beso ni de mano.

20. No interrumpas a tus colegas ni invadas espacios. Si tienes un cubículo definido, procura que todos tus adornos o accesorios estén en él y (obvio) nunca te quites los zapatos.