martes, 17 de junio de 2014

¿ES LA CALIDAD UN ACTIVO?

¿ES LA CALIDAD UN ACTIVO?

Por: Salvador Rodríguez González

Definitivamente SI. La calidad agrega valor no solo al cliente, sino también a la organización; por lo tanto, al igual que una maquina contribuye al crecimiento de la empresa cada vez que produce un articulo o servicio , la calidad de este articulo o servicio, igual genera compras repetitivas del cliente, contribuyendo así al crecimiento de la empresa. Por ende, en la medida que la calidad se institucionaliza, los resultados de las organizaciones mejoran sustancialmente.

Aunque muchos consideran la Calidad como Activo Intangible, la verdad es que para el cliente la calidad es muy tangible, pues la palpa, huele, oye, mira, o saborea cada vez que usa un producto y cada vez sus sentidos se vuelven más exigentes, en la satisfacción de sus necesidades. Quizás la única diferencia sea, que no acostumbramos asignarle un valor contable.

Sin embargo, en las empresas que gestionan el conocimiento sistemáticamente, manejar activos intangibles no es algo nuevo y cada día comprueban, que los Intangibles crecen en importancia de forma acelerada y por lo tanto, se deben valorar y gestionar bajo un sistema, como parte importante del valor de una empresa. Note que mientras las maquinas y edificios se deprecian, los intangibles aumentan su valor y crecen cada vez que se utilizan.

Si el SISTEMA DE CALIDAD es: un conjunto establecido y comprobado de procesos y procedimientos que se revisan continuamente, para adaptarlos a un ámbito cambiante. El poner en práctica un sistema de calidad que funcione, hace que el producto o servicio se amolde más, a las exigencias del cliente y por lo tanto, mejora la calidad.

El SISTEMA DE CALIDAD permite hacer bien las cosas, desde la primera vez y todas las veces. Los errores y desperdicios, representan los costos de no haber hecho bien las cosas, pero ojo, éstos representan costos adicionales a los normales de la operación y no se pueden calcular anticipadamente, pues surgen dentro de los procesos del negocio.

Algunos de los defectos lastimosamente llegan hasta los clientes, incrementando aun mas los costos para la empresa, no solo porque implica hacer efectiva una garantía y recoger el producto desde las bodegas del cliente, sino por el impacto en el nivel de satisfacción y confianza del cliente, hacia nuestros productos; esto definitivamente se refleja más temprano que tarde, en el descenso en las ventas. Estos costos agregados constituyen la cara opuesta del valor agregado.

Reducir costos, aumentar la lealtad del cliente, incrementar ingresos...etc. son beneficios de la calidad y para lograrla, la empresa combina sus recursos, tecnología y el capital humano que dispone; pero, si bien es cierto que la calidad hace crecer la empresa, su ausencia, al igual que la falta de recursos, también puede destruirla.

La realidad indica que la calidad es un activo valioso y entre más competitivo sea el mercado en que se opere, mayor es su valor. La empresa que cuente con un sistema de gestión de la calidad y si está certificado mucho mejor, no solo garantiza la calidad de sus productos, también tendrá una gran ventaja sobre sus competidores y sus productos serán preferidos.