miércoles, 10 de octubre de 2012

Una Historia Empresarial que Aporta


Sí, es un laboratorio farmacéutico que se dedica a producir y vender medicamentos. Pero no, ese no es el caso en esta historia.

Más allá de los reconocimientos que ha recibido, está una filosofía de vida, un estilo de trabajo que se respira en el Laboratorio Profesional Farmacéutico Laproff.

En su sede de Sabaneta estrena un edificio pensado para brindar comodidad a los empleados, pero también para cumplirle a la sociedad.

Responsabilidad social con la comunidad, con los clientes, con el ambiente, con el personal y con el Estado son parte de la vida de esta empresa con 53 años en el mercado.

Lucía Cristina Peñaloza, gerente general, e Irina Acosta, funcionaria de la firma, contaron que el gran compromiso es con las mujeres, en especial las gestantes dado que en el país el 18 por ciento de estas presenta algún grado de anemia, un 50 por ciento por deficiencia de hierro.

El 23 por ciento de quienes la sufren pertenecen a la población más pobre.

Con el programa Iofi por la Vida se brinda un suplemento de fumarato ferroso, ácido fólico y vitamina C, desarrollado a partir de una investigación del Grupo de Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad de Antioquia, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Se les capacita antes, durante y después del embarazo en temas de nutrición y cuidados durante la gestación. En 2011 se capacitaron 38.000.

De esta filosofía de servicio forman parte los programas ambientales. Desde 2005 se suscribió el Convenio en Producción más Limpia con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, con el que se demuestra que se puede ser productivo respetando el medio ambiente. En 2011 ahorró 21 por ciento en el consumo de agua y 26 por ciento en energía.

Laproff, además, desarrolló un método para aprovechar el residuo del empaque de tabletas (blíster), unas tres toneladas mes. El avance lo compartió con la industria farmacéutica.

El nuevo edificio es la última evidencia en responsabilidad ambiental, expresó Andrés Felipe Monsalve, coordinador de proyectos técnicos. De amplios ventanales para aprovechar al máximo la luz natural, construcción pensada según flujo de vientos para evitar el aire acondicionado y la iluminación LED que reduce el consumo de energía, más sensores que contribuyen a la causa, hacen de la edificación otro aporte al buen uso de los recursos.

Comunidad
 
Para las madres cabeza de familia realizan actividades de capacitación y cuentan con un banco de medicinas con el que apoyan brigadas de salud, La estimulación del ahorro entre los empleados, casi que con una consultoría financiera permanente y el aliento a los talentos son otras actividades de responsabilidad social.

Una manera de mostrar que se puede ser socialmente responsable más allá del negocio. Vale la pena.
Sí, es un laboratorio farmacéutico que se dedique a producir y vender medicamentos. Pero no, ese no es el caso en esta historia.

Más allá de los reconocimientos que ha recibido, está una filosofía de vida, un estilo de trabajo que se respira en el Laboratorio Profesional Farmacéutico Laproff.

En su sede de Sabaneta estrena un edificio pensado para brindar comodidad a los empleados, pero también para cumplirle a la sociedad.

Responsabilidad social con la comunidad, con los clientes, con el ambiente, con el personal y con el Estado son parte de la vida de esta empresa con 53 años en el mercado.

Lucía Cristina Peñaloza, gerente general, e Irina Acosta, funcionaria de la firma, contaron que el gran compromiso es con las mujeres, en especial las gestantes dado que en el país el 18 por ciento de estas presenta algún grado de anemia, un 50 por ciento por deficiencia de hierro.

El 23 por ciento de quienes la sufren pertenecen a la población más pobre.

Con el programa Iofi por la Vida se brinda un suplemento de fumarato ferroso, ácido fólico y vitamina C, desarrollado a partir de una investigación del Grupo de Alimentación y Nutrición Humana de la Universidad de Antioquia, de acuerdo con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud.

Se les capacita antes, durante y después del embarazo en temas de nutrición y cuidados durante la gestación. En 2011 se capacitaron 38.000.

De esta filosofía de servicio forman parte los programas ambientales. Desde 2005 se suscribió el Convenio en Producción más Limpia con el Área Metropolitana del Valle de Aburrá, con el que se demuestra que se puede ser productivo respetando el medio ambiente. En 2011 ahorró 21 por ciento en el consumo de agua y 26 por ciento en energía.

Laproff, además, desarrolló un método para aprovechar el residuo del empaque de tabletas (blíster), unas tres toneladas mes. El avance lo compartió con la industria farmacéutica.

El nuevo edificio es la última evidencia en responsabilidad ambiental, expresó Andrés Felipe Monsalve, coordinador de proyectos técnicos. De amplios ventanales para aprovechar al máximo la luz natural, construcción pensada según flujo de vientos para evitar el aire acondicionado y la iluminación LED que reduce el consumo de energía, más sensores que contribuyen a la causa, hacen de la edificación otro aporte al buen uso de los recursos.

Comunidad

Para las madres cabeza de familia realizan actividades de capacitación y cuentan con un banco de medicinas con el que apoyan brigadas de salud, La estimulación del ahorro entre los empleados, casi que con una consultoría financiera permanente y el aliento a los talentos son otras actividades de responsabilidad social.

Una manera de mostrar que se puede ser socialmente responsable más allá del negocio. Vale la pena.
 
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