jueves, 27 de octubre de 2011

5 Consejos que te ayudan a salvaguardar el futuro de tu negocio

En cualquier tipo de negocio, una correcta y apropiadagestión documental es una parte fundamental del éxito de tu empresa en los tiempos que corren. Por ejemplo, comunicación con tus empleados, información confidencial de los clientes, etc. Además, te puede ayudar a evitar incluso los juicios más largos y contenciosos.

Para empezar, ¿qué significa una gestión documental correcta y apropiada? Para algunos, es tan sencillo como qué documentos archivar, por cuánto tiempo o qué documentos destruir. Para muchos, en particular aquellos negocios que manejan un gran volumen de información, suele ser necesario disponer de un servicio especializado de gestoría de archivos. Las soluciones que se ofrecen cubren el ciclo de vida de la información: desde la custodia de archivos y escaneado de documentos a su destrucción segura.

He aquí los cinco consejos prometidos más arriba:

1. Conoce tu propia información.
Esto implica asegurarse de que tus empleados conocen la política de empresa en cuanto a qué archivar, cómo y dónde. Hay estadísticas recientes según las cuales más de un 70% de las empresas dicen encontrar más fácilmente información que no poseen que la información que sí tienen.

2. Backup y encriptación.
No es suficiente con apilar cajas con archivos en una sala a los que se les da cualquier nombre. Los empleados, tanto si trabajan en la oficina o desde casa, deben organizar su información de una manera óptima y darles a sus archivos nombres que hagan dichos archivos fácilmente reconocibles.

3. Recuperación en caso de desastre.
Para prevenir incidencias, como fuego o robo, los especialistas recomiendan almacenar los archivos en un lugar especialmente diseñado para este efecto y alejado de tu empresa.

4. Destrucción segura.
Siempre se recomienda destruir la información que no se necesite. Muchas empresas especializadas ofrecen este servicio junto con sus soluciones de almacenamiento de datos.

5. Tómate tu tiempo.
Decidir la mejor solución pasa por definir las necesidades de tu empresa o negocio. Piensa a largo plazo. Por ejemplo, almacenar tus archivos en tu empresa puede ser más caro a largo plazo, sobre todo ante una eventualidad.

Articulo escrito por Montserrat Cano, trabajador en iProspect con Iron MountainEspaña, especialistas en gestión documental.

miércoles, 19 de octubre de 2011

Relación que se manifiesta entre rendimiento, productividad, logros, desmotivación


“Poco se puede esperar de quien sólo se esfuerza cuando tiene la certidumbre de que va a ser recompensado” José Ortega Y Gasset.

Toda buena gerencia sabe la importancia relevancia que genera el mantener integrado los factores motivacionales, productividad, logros, objetivos, desempeño, rendimiento y estar vigilante de que ello se este dando permanentemente en la operatividad de la organización .
Se cuentan con herramientas administrativas que avalada con la gestión de un buen liderazgo, se garantiza que el rendimiento sea el esperado y conduzca a la empresa por la senda del éxito, de su desarrollo.

CONSIDERACIONES, ALCANCE, VENTAJAS
Al respecto, Lesyanel Gonzáles nos comenta que la motivación de logro se describe a través de algunas de sus manifestaciones típicas, en la actitud de los individuos y donde este refleja las acciones en el rol que juegan los individuos, la formulación de metas con una dificultad relativa pero que son alcanzables, el deseo de ser excelentes y sobresalir y sobre toda la persistencia en las acciones conducentes en las metas propuestas.
No es un secreto que los efectos motivacionales tienen consecuencias más generales como el aumento de nuestro nivel de activación, reforzando nuestra capacidad de actuar.
Hay una relación directa y obvia entre la productividad de los trabajadores y las ganancias del establecimiento en el rendimiento. Así como la motivación en la obtención de resultados que conduce directamente a la obtención de los logros.
Aquí entra en juego la importancia de la motivación y el desempeño ¿Las organizaciones para que necesitan que sus empleados estén motivados? La respuesta es fácil: para que su desempeño sea el mejor posible. ¿Qué importancia tiene el desempeño individual para las Pymes? Pues toda, ya que el desempeño como manifestación permite apreciar la obtención real de los resultados y estos hacen crecer a las personas, a las empresas y a los países.
El trío se compone de motivación, rendimiento y satisfacción, después vendrá la productividad, lo que conviene dejar claro, el profesor (Fernando Toro, 1992), nos aclara: La motivación se refiere a la escogencia y el fuerzo que una persona empeña en la actuación laboral. Los efectos de la motivación se miden en desempeño. Ella (la motivación) afecta la eficiencia y, el rendimiento y la afectividad de las personas en le trabajo. En cambio, la satisfacción se refiere a los sentimientos de afecto y agrado que una persona desarrolla en relación con las condiciones de su trabajo.
No tan clara, pero igualmente esencial, es la relación entre su interés por las necesidades de los trabajadores y las ganancias. Cómo sean satisfechas las necesidades de los trabajadores afecta directamente el desempeño de éstos.
Cuando el administrador se concentra sólo en la producción, el rendimiento laboral puede disminuir, y a partir de el la obtención de logros, ya que se descuida el interés en las necesidades de los trabajadores equivale a considerar su bienestar, tanto personal como laboral. La conducta cortés habitual, la seguridad en el puesto (también llamada garantía de trabajo), el salario justo y las condiciones sanas y seguras de trabajo revisten importancia esencial para el empleado. Cuando no se presta atención a dichas necesidades, la falta de satisfacción puede impedir la productividad. Un trabajador desilusionado declaró: “Cuando recién comencé a trabajar aquí, me esforzaba mucho. Ahora trato de mantener mi puesto, pero hago lo menos posible”. Otro trabajador lo expresó de este modo: “Hago mi tarea dentro de las horas que me corresponden, pero ya no le dedico mi tiempo libre. No ha valido la pena”.
Un tercer trabajador confesó: “Cuando me enojo con la supervisora, hago todo tal cual me lo ordena. aunque yo sepa un modo mejor o tenga algún motivo para hacerlo de otra manera”.
Entonces, quiere decir que la motivación, es el punto el cual la gerencia debe prestarle mayor atención, ya que es tal la importancia que hoy se le otorga al factor humano que se le considera la clave del éxito de una empresa y la Gestión de Recursos Humanos es considerada como la esencia de la gestión empresarial. De esta manera una organización eficiente ayuda a crear una mejor calidad de la vida de trabajo, dentro de la cual sus empleados estén motivados a realizar sus funciones, a disminuir los costos de ausentismo y la fluctuación de la fuerza de trabajo, lo que constituye, por tanto, un factor básico para que la empresa pueda obtener altos niveles de productividad, calidad y competitividad. El Implementar un sistema de administración del desempeño, si es construido apropiadamente ofrece muchos beneficios a la organización; sin embargo, si el sistema es implementado y conducido inapropiadamente puede afectar la moral y productividad de los empleados.
Al respecto Mylenis Torres, comenta es conveniente que entendamos que el desempeño laboral tiene diferentes factores incidentes en el mismo, como pueden ser factores motivacionales, ampliamente conocidos, o la existencia de fuerzas ambientales que puedan estar incidiendo en su desempeño. Cuando son ambientales, muchas veces pueden ser consideradas como pretextos para excusar la baja producción del trabajador, otras como malas condiciones de trabajo, equipos defectuosos, falta de cooperación, supervisión defectuosa, e información insuficiente obstaculiza el verdadero rendimiento del trabajador.
Diversos estudios al respecto han constatado los diferentes factores que más influyen en la motivación del empleado, al margen de una retribución justa y al nivel que el ofrecido por otras empresas del mismo sector, pudiendo citar como más importantes los siguientes: la formación ofrecida por la empresa, el conocimiento de lo que se espera de él cada día, la calidad de la relación directa con su superior inmediato, el poder expresar sus ideas y sugerencias, actuar y contribuir en otras áreas de la empresa, oportunidades de ascenso y promoción, retos profesionales, ambiente laboral agradable, flexibilidad, libertad, seguridad, equidad entre el resto de compañeros, planificación de la carrera profesional, conocimiento de sus logros por parte de la dirección y el considerarse recompensado, reconocido y apreciado.
Partiendo de la base que en todos los ámbitos de la existencia humana interviene la motivación como mecanismo para lograr determinados objetivos y alcanzar determinadas metas, se explicaran algunas de las relaciones existentes entre los factores de motivación y el desempeño laboral mencionados anteriormente:
1. Relacionar las recompensas con el rendimiento, individualizarlas, que sean justas y valoradas: En este punto nos referimos al sistema de salarios y políticas de ascensos que se tiene en la organización. Este sistema debe ser percibido como justo por parte de los empleados para que se sientan satisfechos con el mismo, no debe permitir ambigüedades y debe estar acorde con sus expectativas.
En casi todas las teorías contemporáneas de la motivación se reconoce que los empleos no son homogéneos, todos tienen diferentes necesidades, también difieren en términos de actitudes, personalidad y otras importantes variables individuales.
Es preciso que los empleados perciban que las recompensas o resultados son proporcionales a los insumos invertidos. Se dice que el incentivo más poderoso que pueden utilizar los gerentes es el reconocimiento personalizado e inmediato.
Se debe mencionar también El dinero (salario) es un incentivo complejo, uno de los motivos importantes por los cuales trabaja la mayoría de las personas, que tiene significado distinto para las personas. La gente no trabaja por el dinero en sí mismo, que es un papel sin valor intrínseco; trabaja porque el dinero es un medio para obtener cosas. Sin embargo el dinero no es la única fuente de motivación en el trabajo.
“Una compensación inteligente debería incluir salario fijo y variable, beneficios, buen ambiente de trabajo y nombre y mística de la empresa”, dice Koontz “. Muchas compañías llevan a cabo programas de reconocimiento de méritos, en el curso de los cuales los empleados pueden recibir placas conmemorativas, objetos deportivos o decorativos, certificados e incluso días especiales de vacaciones con goce de sueldo, tiempo libre, banquetes, excursiones, asistencia a seminarios o eventos de capacitación pagados etc.
Como síntesis podría decirse que lo más importante para el administrador es que sepa contemplar las recompensas con las que dispone y saber además qué cosas valora el trabajador.
2. Debe considerarse también como factor de motivación la Capacitación del Personal: La necesidad de capacitación (sinónimo de entrenamiento) surge de los rápidos cambios ambientales, el mejorar la calidad de los productos y servicios e incrementar la productividad para que la organización siga siendo competitiva es uno de los objetivos a alcanzar por las empresas.
Debe basarse en el análisis de necesidades que parta de una comparación del desempeño y la conducta actual con la conducta y desempeño que se desean. El entrenamiento para Chiavenato es un proceso educativo a corto plazo, aplicado de manera sistemática y organizada, mediante el cual las personas aprenden conocimientos, actitudes y habilidades, en función de objetivos definidos. El entrenamiento implica la transmisión de conocimientos específicos relativos al trabajo, actitudes frente a aspectos de la organización, de la tarea y del ambiente, y desarrollo de habilidades. Cualquier tarea, ya sea compleja o sencilla, implica necesariamente estos tres aspectos.
Ésta repercute en el individuo de diferentes maneras: Eleva su nivel de vida ya que puede mejorar sus ingresos, por medio de esto tiene la oportunidad de lograr una mejor plaza de trabajo y aspirar a un mejor salario. También eleva su productividad: esto se logra cuando el beneficio es para ambos, es decir empresa y empleado.
Las actividades de capacitación de desarrollo no solo deberían aplicarse a los empleados nuevos sino también a los trabajadores con experiencia. Los programas de capacitación y desarrollo apropiadamente diseñados e implantados también contribuyen a elevar la calidad de la producción de la fuerza de trabajo.
Cuando los trabajadores están mejor informados acerca de los deberes y responsabilidades de sus trabajos y cuando tienen los conocimientos y habilidades laborales necesarios son menos propensas a cometer errores costosos en el trabajo. La obsolescencia, también es una de las razones por la cual, las instituciones se preocupan por capacitar a sus recursos humanos, pues ésta procura actualizar sus conocimientos con las nuevas técnicas y métodos de trabajo que garantizan eficiencia.
La capacitación a todos los niveles constituye una de las mejores inversiones en Recursos Humanos y una de las principales fuentes de bienestar para el personal y la organización.
Este artículo fue publicado por PlanEmprendedor el 19 octubre, 2011 a las 14:00, y está archivado en . Encuéntrelo en este enlace.

sábado, 8 de octubre de 2011

El mejor empresario ¿debe ser el mejor en todo?


Muchos empresarios trabajan para su negocio y no el negocio para ellos. Dejar de ser el “Atlas” que carga con toda la empresa y salir del círculo vicioso del “hombre empresa” podría estar a un clic de distancia.

Luis XIV de Francia, el “Rey Sol”, es recordado por la famosa frase: “El Estado soy yo”. Esta referencia ilustra la vivencia y el sentimiento laboral diario —más que diario, de cada instante de la jornada laboral— de muchos emprendedores, dueños o líderes de empresas de pequeño y mediano tamaño.

 

Síntomas de problemas

Las cinco de la tarde. Sus empleados salen al terminar la jornada, y usted no ha empezado a hacer lo suyo: decenas de correos electrónicos sin abrir, unas llamadas pendientes, y lo peor, lo que verdaderamente tenía que hacer es sólo una alarma en su cabeza: analizar ese posible contrato, planear la estrategia de producción, definir esos niveles de servicio, asignar los recursos para el proyecto… Y ahora debe hacerlo (¿Quién más...?) con todo un día de trabajo encima que ya lo tiene agotado. 

Estos son síntomas claros del síndrome “hombre empresa”. Usted ha pasado la jornada atendiendo imprevistos de operación o en la planta adquiriendo equipo, materiales, servicios; atendiendo asuntos de recursos humanos. La lista no pretende ser exhaustiva. Lo que sí existe es un denominador común: no son las cosas a las cuales usted debería dedicar el grueso de su agenda y energía. Sin embargo, para que se hagan —y se hagan bien— el “hombre empresa” tiene que hacerlas. Conforme la empresa crece, la situación se agrava hasta consumirlo… de “hombre empresa” a “empresa hombre”, gran ironía que devalúa su éxito profesional.
Otro síntoma de este fenómeno es que sus empleados llegan a la oficina para consultarle lo que, en palabras de un empresario, “cualquier niño de cinco años puede resolver”, peor aún si conlleva tomar decisiones o asumir responsabilidades.

Estructura propia


Estos ejemplos son síntomas, no causas, del problema. El problema real es que la empresa no cuenta con un esqueleto propio: no puede sostener su operación sin la presencia del “hombre-empresa” que la mantiene con vida, casi como un equipo de respiración artificial. Puede ser que “una empresa no sea más que la sombra proyectada de un hombre”, pero eso no significa que el hombre tenga que “asolearse todo el día” para que se proyecte dicha sombra. 

Mediante una esqueleto adecuado, la empresa debe operar en forma "autónoma" los procesos identificados como parte de la “cadena de valor”, sin la atención directa del empresario. 

Una regla práctica para distribuir el tiempo: el empresario debería dedicar un 20% de su tiempo a los casos excepcionales, que salgan de la automatización citada anteriormente y un 80% de su tiempo a desarrollar el negocio y concretar la visión del mismo.

Dándole un esqueleto propio a su empresa

¿Cómo salir de ese círculo vicioso? No existe una receta mágica; cada caso, cada empresa y cada empresario son únicos, algunos elementos a considerar son:
  • Inversión en capital humano: la palabra más importante de la frase es “inversión”. No es “gente cara”, no es un “desperdicio”, no es “grasa corporativa” u otros términos despectivos que se han puesto de moda. Se trata de contratar no sólo a la cantidad de gente correcta, sino de algo aun más importante: contratar los perfiles adecuados. Esos salarios altos que usted evita se traducen en que usted se convierta en el único operador y tomador de decisiones: un barco con capitán y marinos, pero sin primer oficial o comandante. ¿Sabe usted cuáles son esos oficiales a contratar y para qué puestos?

  • Outsourcing: pregúntese si tiene claridad acerca de cuáles son los procesos y actividades que realmente agregan valor y por lo tanto dónde debe enfocar su atención. Una buena idea es hacer un ejercicio de “cadena de valor”, e identificar dónde es que realmente se crea un servicio o producto diferenciado en su empresa. De ahí, siguen algunas preguntas básicas: ¿Cuáles procesos podría subcontratar, tercerizar o delegar en la organización?

  • Coordinación y reuniones: al “hombre-empresa” no le sobra tiempo, y por ello evita las reuniones a toda costa. Si bien una reunión mal concebida y sobre todo, mal dirigida, puede ser un desperdicio de tiempo, es indudable que la principal herramienta para dirigir, coordinar, empoderar, asignar y sobre todo liderar, es la reunión cara a cara con los subordinados correctos. ¿Sabe usted cómo programar esas reuniones y cómo dirigirlas? Esta táctica puede ser una poderosa aliada si se alinea correctamente a la estrategia general.

  • Definición de roles y responsabilidades: parece obvio, pero en medio de la vorágine que se vive en las empresas atadas a su empresario, la gente no sabe cuáles son sus responsabilidades o roles, ni en qué momentos se aplican. Recuérdese que un puesto laboral no es más que un grupo de roles, más o menos coherentes, asociados a “alguien”. ¿Cuándo cambiarse de “sombrero”? ¿Cuál “sombrero” tiene la prioridad en cada caso? ¿A quién le toca cada “sombrero”?


Cualquier estrategia exitosa para salvar a un “hombre empresa” nace de un cambio de actitud del propio empresario. El principal problema del “hombre empresa” es creer que lo suyo no tiene solución. La solución sí existe y está más cerca de lo que se piensa. Hay que dejar de ser todólogo, aprovechar al máximo el tiempo y aprender a delegar.
Fernando Quesada V. Costarricense. Ingeniero Industrial, especializado en TI y Change Management. Amplia experiencia en temas de diseño organizacional, gestión del cambio orientado a las personas e iniciativas de cambio impulsadas por las TI. Actualmente se desempeña como consultor a nivel latinoamericano.

Tomado de: